Abracemos una diplomacia del encuentro
En su reciente primer encuentro con el Cuerpo Diplomático, el Papa León XIV recordaba que la aspiración, tanto la de la Iglesia como la suya, es la de alcanzar y abrazar a cada persona y a cada pueblo necesitado de verdad, justicia y paz. Mario Alcudia reflexiona sobre esa llamada del Papa a impulsar la diplomacia para tratar de poner fin a los conflictos que castigan a buena parte del mundo

ABRACEMOS UNA DIPLOMACIA DEL ENCUENTRO|FIRMA MARIO ALCUDIA
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Hace ahora una semana el Papa León XIV recibía en audiencia al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede a los que recordaba que la paz, la justicia y la verdad son los tres pilares de la acción misionera de la Iglesia y de la labor de la diplomacia de la Santa Sede.
Bueno, pues en esta misma línea el secretario de Estado Vaticano, con motivo de la elección del nuevo Pontífice, ha participado estos días en Nueva York, en un acto convocado por Naciones Unidas en el que el cardenal Parolin hablaba de la necesidad de promover la paz y la justicia. Que juntos, decía, “podamos responder a la llamada del Papa y convertirnos en quienes siembran la paz que perdurará en la historia, no en quienes causan víctimas”. En este sentido recordaba algunas de las palabras de León XIV en su primer saludo al mundo, cuando se refería a la urgencia de promover la dignidad humana, proteger a los vulnerables y construir puentes allí donde prevalece la desconfianza.
En un mundo marcado por divisiones, conflictos y problemas globales urgentes -que van desde el cambio climático a la migración o la inteligencia artificial-, el Santo Padre nos ¡nvita a abrazar una diplomacia del encuentro, o lo que es lo mismo, una diplomacia que escucha con humildad, actúa con compasión y busca el bien común por encima de todo.
El cardenal secretario de Estado vaticano se refería, además, al importante papel de los diplomáticos y representantes de las naciones a la hora de tejer ese tejido de la cooperación internacional y promover la paz y la justicia. Y es este nuevo Pontificado desea poder seguir contribuyendo a esta misión, ofreciendo desde la Santa Sede la voz en defensa de los pobres y necesitados a la vez que la consecución de la paz y el desarrollo humano integral.