

"El Gobierno sabe perfectamente que el catalán no es una prioridad, pero hace el papelón para ver si Carles se da por satisfecho"
Escucha el monólogo de Ángel Correas del viernes 18 de julio
- 2 MIN
En Bruselas, el Gobierno ha vuelto a llevarse un chasco. Otra vez y con esta van 7. El Parlamento Europeo ha vuelto a aplazar el debate para que el euskera, el catalán y el gallego se incluyan como lenguas cooficiales en las instituciones de la Unión Europea.
Este empeño del Gobierno no responde a una necesidad imperiosa de España. Responde a una necesidad imperiosa de Carles Puigdemont porque es uno de los puntos del acuerdo que el PSOE firmó con Junts para que Pedro Sánchez accediera a la presidencia.
Con este asunto, el Gobierno de Sánchez tiene varios problemas si quiere cumplir con esta letra del pago del alquiler de Moncloa. El primero es que la decisión no depende de él. Para que el euskera, el gallego y el catalán sean cooficiales en Europa tiene que haber unanimidad de los 27 miembros y, ahora mismo, varios países tiene dudas con este asunto. Muchas.
El segundo es que la prisas que tienen en Moncloa para contentar a Puigdemont no son las prisas que tienen en Europa, donde básicamente este asunto no es, para nada, algo prioritario. Un ejemplo claro es lo que ha dicho a la entrada de esa reunión el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel.
No es el momento. A mí todo esto me recuerda a la típica escena en el que un niño se emperra con un juguete y algún adulto le dice eso de “niño... no seas pesao, ya hablaremos... pero ahora estamos con cosas de mayores”.
Pues eso es un poco lo esta ocurriendo con el empeño de España para sacar esta iniciativa adelante en Europa.
Sinceramente, creo que la cooficialidad o no de estas lenguas del Estado español no es algo que vaya a cambiar sustancialmente las políticas europeas. No es algo ni bueno, ni malo, pero creo que el Gobierno español sabe perfectamente que no es una prioridad, pero le toca hacer el papelón para que Puigdemont pueda hacer valer su papel de acreedor del Gobierno. Por intentarlo que no quede y a ver si Carles se da así por satisfecho".