El portavoz del SUP en Mediodía COPE sobre el beso al policía nacional en Barcelona el 1-O
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La que hemos tenido con el caso Rubiales, en esencia, por un beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso que ahora se trata en los tribunales como una agresión sexual. Rubiales, por cierto, ya ha sido citado a declarar en la Audiencia Nacional el próximo viernes, por los delitos de agresión sexual y coacciones.
Hoy hemos conocido un caso al revés. Un policía nacional ha interpuesto una denuncia contra una manifestante que le dio un beso en la boca mientras estaba de servicio y durante una manifestación. La escena no es de amor precisamente.
Nos situamos en la Vía Augusta de Barcelona el 1 de octubre de 2017. El día de referéndum declarado ilegal. Efectivos de la Policía Nacional acaban de intervenir varias urnas con las que los independentistas intentan votar. El ambiente está bastante caldeado entre independentistas y antidisturbios de la Policía Nacional. Una televisión árabe informa en directo en medio de gritos y empujones...
Y es aquí cuando se capta la escena en primer plano. Una mujer de unos 60 años echa los brazos al rededor del cuello del policía, le agarra del casco y por sorpresa le planta un beso en la boca. El policía hace el amago de hacer una cobra, pero ya es tarde y se queda sin reacción.
Es un beso no consentido a un funcionario público que está haciendo su trabajo. Y en eso se basa la denuncia que ya se ha presentado en un juzgado de Barcelona. El policía asegura que le agarró para besarle y este matiz inclina la acusación a una agresión sexual, como cuenta en Mediodía COPE, Jacobo Rodríguez, Portavoz del Sindicato Unificado de Policía que está llevando el caso y que aclara ¿por qué hacen la denuncia ahora 6 años después de aquel 1 de octubre?
"No tenía pruebas documentales y a un policía antidisturbios, ¿quién le va a creer? Él agente teme que le van a señalar, pero con el paso del tiempo hemos buscado y rebuscado y en fuentes abiertas se ha conseguido la fuente documental a través de una cadena árabe y con todas las pruebas documentales se ha puesto la denuncia", explica.
No es comparable con el beso de Rubiales
Imágenes en las que se puede ver, además, que ese beso no era tan inocente como parece. "Nosotros entendemos que sí hay violencia, que le agarra del cuello, el policía no puede zafarse de ella, no le da tiempo y le abraza con fuerza de forma brusca para darle el beso y con una clara intención de desencadenar una situación de violencia generalizada, buscaba no solo el ánimo libinidoso, sino que buscaba por parte de los otros manifestantes que el policía, al sentirse ultrajado en su libertad sexual, que entrara al trapo para desencadenar una situación de violencia también con los otros manifestantes", asegura el portavoz del SUP .
Los denunciantes han pedido que se identifique a la mujer para proseguir con la denuncia. Aseguran desde el sindicato que nada tiene que ver este asunto con el caso Rubiales, que son muy diferentes.
"No busca comparaciones, en absoluto. Quiere demostrar la situación que se vivió en Cataluña, tuvo que soportar pedradas en el ejercicio de sus funciones, agresiones físicas y tuvo que soportar agresiones sexuales y denuncia en el ejercicio de su derecho que su libertad sexual se vio quebrada y la doble vara de medir a la hora de ver como el principio de autoridad no se respeta y cuando hay que utilizar la fuerza en el ejercicio de sus funciones se les imputa delito como ha ocurrido con 45 compañeros", subraya Jacobo Rodríguez.