Como este próximo martes comenzará la Feria de San Isidro, la más importante del mundo de los toros, en esta sección de Lugares con Historia nos vamos a detener en el coso venteño. Con la ayuda de Jorge Fajardo, que es presidente de la Federación Taurina de Madrid, vamos a conocer la historia y muchas curiosidades de la Plaza de Toros Monumental de las Ventas de Madrid. Por ejemplo, que está declarada Patrimonio Histórico- Artístico desde el año 1994. 

Con una capacidad para casi 24.000 personas, es la tercera Plaza de Toros con más aforo del mundo tras la Monumental de México y la de la ciudad de Valencia, en Venezuela. Y es la segunda más grande por diámetro del ruedo (60 metros) después de la de Ronda, en Málaga. También es conocida como “La Cátedra de los Vientos”, porque está en uno de los terrenos más ventosos de la ciudad de Madrid.

Las Ventas fue ideada por un gran torero, José Gómez Ortega: Joselito El Gallo. El arquitecto que diseñó el proyecto fue José Espeliú, que murió sin verla acabada. Su obra la continuó otro arquitecto llamado Manuel Muñoz Monasterio, quien años después proyectaría el Bernabéu. Las obras de la Plaza empezaron bajo la Dictadura de Primo de Rivera, entre 1922 y 1929 y acabaron ya proclamada la Segunda República. La edificación es de estilo neo-mudéjar. Costaron 12 millones de pesetas.

Hubo dos inauguraciones. La primera, en 1931, aún sin estar acabada del todo. La segunda y definitiva inauguración de Las Ventas fue en 1934. A partir de entonces, ya empezó a usarse regularmente. Durante la Guerra Civil se usó como cárcel, para guardar animales o como arsenal de armas. Y una imagen extraña: en 1939 el ruedo se había convertido en una huerta donde se plantaban verduras y legumbres para alimentar a los soldados.

El 24 de mayo de 1939 se celebró la Primera Corrida de Toros tras la contienda, le llamaron la Corrida de la Victoria. Una curiosidad: Desde ese día, la banda de música de Las Ventas no toca ninguna pieza durante las faenas.

Hay que destacar la importancia de 1947 para la Plaza de las Ventas. Ese año empieza la Feria de San Isidro. La idea fue de un empresario de origen belga llamado Livinio Stuyck, que era el gerente de la empresa encargada de explotar la Plaza. Agrupó en torno al día del patrón de Madrid, San Isidro, todas las corridas que se celebraban en mayo. En la primera Feria hubo solo 5 festejos... los precios de las entradas oscilaron entre las 125 ptas de una barrera de sombra y las 10 de una andanada de sol. Hoy la Feria supone todo un acontecimiento social y cultural.