El Gobierno ha aprobado ya su anteproyecto de ley del aborto con importantes modificaciones. Por ejemplo, las chicas de 16 años podrán abortar sin conocimiento y sin consentimiento de los padres y se suprime también los días de reflexión necesarios para realizar un aborto. De este modo la regulación de la libertad de conciencia queda así muy restrictiva para los médicos.

Se estima de hecho que a día de hoy los abortos practicados en hospitales públicos rondan el 15 por ciento de total. Preguntada por cómo se garantizará esa accesibilidad en el centro público más cercano, la ministra Montero se ha limitado a señalar que se hará conjuntamente con Sanidad “mediante la regulación de la objeción de conciencia de forma que se respete el derecho constitucional

Fernando de Haro ha analizado este anteproyecto con Manuel Martínez - Sellés, presidente del Colegio de Médicos de Madrid y ha comentado por qué están preocupados: “No se sabe como se van a usar los listados. Un médico que este en ese listado podría no tenerse en cuenta”. El presidente ha comentado que el principal motivo de que muchos centros no practiquen abortos es precisamente que los ginecólogos, debido a su trabajo diario con la vida, han hecho objeción de conciencia.

También hemos podido escuchar a Vicente Bellver, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia. El profesor lo ha dejado claro: “Es muy difícil argumentar que sea una medida necesaria” y ha añadido: “pretender que se realicen abortos en todos centros es un error, en otros ámbitos de la sanidad no es así”

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