Es el alcalde de Málaga desde el año 2000, cuando sucedió a Celia Villalobos antes de que esta pasara a dirigir la cartera de Sanidad y Consumo durante la última legislatura de Aznar en el Gobierno. El próximo 26 de mayo vuelve a presentarse como candidato del Partido Popular a revalidar su cargo como regidor en la capital de la Costa del Sol a la edad de 76 años. Hablamos con Paco de la Torre en La Tarde de COPE, donde nos asegura, preguntado por si prevé que la tendencia de las elecciones generales puede llegar hasta las locales, que “lo que se tiene en cuenta es los candidatos y la gestión que se haya realizado”. “Lo que importa es que los proyectos sean realistas, y los temas ideológicos importan menos” apunta el alcalde de Málaga en funciones.

Sobre negociar un pacto con Juan Cassá, de Ciudadanos, De la Torre remarca que, si llegan a alcanzar un acuerdo, será “en coalición y nunca en pacto de investidura” porque, critica el candidato popular, Cassá ha “demostrado que pone los intereses del partido por delante de los de Málaga”. El regidor malagueño ha destacado la “transformación” de la ciudad en los últimos años y que eso le “llena de orgullo”. Ha restado hierro De la Torre a que los últimos informes de limpieza de los municipios sitúe a Málaga en los puestos bajos porque, según subraya, se trata de “encuestas nacionales que no recogen suficientes muestras de cada municipio”, y ha destacado la implantación de medidas como el ADN de las mascotas como herramienta para multar a los dueños que no recojan las heces de sus perros. “Hay 30.000 perros registrados ya, lo que supone más del 50%, y ya se nota menos porque la gente este mentalizada”.

Respecto a la gestión de los servicios de limpieza, De la Torre ha vuelto a incidir en que defiende su “municipalización” y defiende la implantación de un sistema de “criterios de productividad”. Por último, ha remarcado su “buena relación personal” con Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, y ha dado un consejo para sus compañeros en la política: “hayq ue servir al bien común y al interés general. Si alguien no sirve al bien común, le hace un flaco favor a su imagen y a la democracia”.