La lucha de María tras comprar un piso con okupas en Barcelona: la cláusula por la que puedes quedártelo y no perder dinero si te pasa
Ella tiene 29 años y ha comprado un inmbueble en una de las mejores zonas de la ciudad condal, aunque no tiene muy claro, como explicaba en ‘La Tarde’, si podrá tenerlo debido a su condición de okupado

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No es ningún secreto que la situación de la vivienda se ha convertido en todo un problema para la sociedad española. Los jóvenes (y cada vez no tan jóvenes) no pueden acceder a una escritura y tienen que verse obligados a alquilar, en el mejor de los casos.
Sigue siendo una situación compleja para todos, y a pesar de que el Gobierno promete soluciones, de momento no están llegando y sigue siendo limitante ese acceso a un piso. Por eso mismo, muchos jóvenes, hartos de la situación, tiene que buscar nuevas fórmulas para poder tener una vivienda a su nombre.
Y una de ellas, aunque no la más cómoda, es la de buscar pisos a mejores precios con “truco”. Seguro que, si alguna vez has buceado en las inmobiliarias, habrás visto que hay pisos a buen precio, en buenas zonas, que incluyen cláusulas por las que entiendes el precio.
Cláusulas como la que llegó a manos de María Llovet, una joven de 29 años de Barcelona. Ella estaba buscando un piso para comprarse en una buena zona de la ciudad condal, con buena comunicación con el centro y cerca de servicios básicos.
Así pues, fue a preguntar a una inmobiliaria y encontró un auténtico chollo. Se trataba de un piso de 75 metros cuadrados, muy cerca del centro de Barcelona, por 160.000 euros. Un precio más que asequible, ya que, en esa misma zona, el precio base ronda entre los 250.000 y 300.000 euros.
Por supuesto, ese piso tenía “truco” y no le sería tan fácil como ella esperaba. Se trata de un piso okupado, y, como tal, llega con una serie de problemas.
Por quién está okupado el piso y cómo lo ha conseguido
Te imaginarás que este tipo de pisos, con okupas dentro, traen muchos problemas. El primero es obvio, y se trata de tener okupas, pero hay muchos más. Primero de todo, que no puedes ver el piso, después, que es posible que tardes años en echarlos del piso y te metas en un procedimiento judicial tedioso, y, por último, que ningún banco te va a conceder una hipoteca.
Es tanto así que tienes que buscar diferentes formas de financiación o, si acaso, pagarlo a tocateja. Es lo que le ha pasado a María Llovet, tras adquirir un piso con dos okupas dentro.
No son okupas “al uso”, sino que son, en realidad, inquiokupas. Este es un tipo de okupación diferente, ya que, previamente, han sido inquilinos que en algún punto han dejado de pagar el alquiler.
Así es cómo María descubrió que el piso que iba a comprar, tenía estas características. “Ha sido una oportunidad que surgió cuando buscaba piso para comprar, buscando y hablando con la inmobiliaria me pasaron este piso con estas características” decía en ‘La Tarde’.

“Eran inquilinos que se quedaron en el momento en el que les iban a echar cuando los propietarios querían vender el piso” contaba.
María no ha podido ver el piso que ha reservado y por el que ya ha puesto dinero, y ha tenido que asesorarse bien para ver si, finalmente, podrá quedarse el piso o no, y si tendrá que entrar en el proceso judicial en el que están los actuales propietarios.
Dice, igualmente, que se espera que estos dos okupas abandonen el piso cuando se les acaba el contrato de arrendamiento, que será en abril. “Ojalá cuando se les acabe el contrato se vayan, tengo esa esperanza. Pero sí que es verdad que pasarán a okupas si no se van el 30 de abril, se complica más la historia” decía.
“Hay un proceso judicial abierto, ya está muy avanzado y podrían pasar mañana que les pueden echar o de aquí a unos meses, creo que pasará en dos meses, si consiguiera ahora el dinero seguiría comprando el piso” explicaba María.
La única cláusula por la que puede quedarse el piso y no perder dinero
Hasta ahora, María ha pagado 19.000 euros por el piso de Barcelona que ha comprado. Es consciente, por más que haya preguntado en distintos bancos, que no le van a dar la hipoteca a no ser que sus okupas se vayan. Sin embargo, ha recurrido a la legalidad para no perder dinero.
“Hemos firmado unas arras con cláusulas, si yo me echo atrás perdería esos 19.000 euros. Si el vendedor se echa atrás el propietario me tendría que duplicar las arras, y en el caso de que cuando venza el contrato de arras no me dan la hipoteca en tres bancos, me devuelven las arras” confesaba.

okupa guardia civil
Es algo que aprueba Isabel Galván, abogada procesalista de Fuster Abogados. Ella contaba que estas cláusulas en el contrato de arras con fundamentales, ya que, de lo contrario, podría quedarse sin el piso y sin el dinero que ha puesto.
Eso sí, respecto al procedimiento judicial que iniciaron los propietarios, Isabel tranquilizaba a María, ya que, de poder pagar el piso, se retomaría en el punto en el que ellos lo han dejado.
Si, por lo que sea, te ves en una situación similar a la de María, Isabel recomienda mirar mucho de qué piso se trata y el perfil de okupas que hay dentro, evitando “perfiles agresivos y de una mafia”.