Ya no será necesario tener un 5 como mínimo en Secundaria para pasar a Bachillerato, se podrá hacerlo a pesar de haber suspendido dos asignaturas, siempre que estas no sean a la vez Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas. En el caso de las comunidades con lenguas cooficiales, ésta se considerará igual que la Castellana, con lo que si suspenden esa y Matemáticas tampoco podrá pasar. Si han suspendido alguna otra, sí podrán tener el título.

"El ministerio de Educación funciona ahora mismo como un pollo sin cabeza, y la Educación es una cosa seria. Esto no puede ocurrir”

Las reválidas deberían haberse llevado a cabo este curso, unas evaluaciones al final de la ESO y también del Bachillerato y que iban a ser necesarias para obtener el título. Quedaron suspendidas a finales de año en virtud de un futuro pacto de estado por la educación y tras el pacto de investidura apoyado por Ciudadanos.

La primera reunión de la subcomisión del Congreso sobre esa materia se celebró el pasado mes de febrero. Los grupos parlamentarios se pusieron desde entonces un plazo de seis meses para elaborar un informe que sirva de base para que el Gobierno redacte un proyecto de Ley Básica de Educación que sustituya a la Lomce, aunque parece que pedirán seis meses más.

Según el cambio que prepara el Gobierno, los alumnos de la ESO deberían examinarse no de siete asignaturas sino de cuatro: Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera, Matemáticas y Geografía e Historia. En el caso de las lenguas cooficiales, también entrarían en la prueba. Y en cualquier caso, no tendrán efectos académicos.

José Antonio Marina, filósofo, pedagogo y autor del 'Libro Blanco sobre la Profesión Docente' ha concretado que con estas nuevas propuestas, "en España hemos tenido un baile legislativo por la Educación”.

“Esto es la comedia de las equivocaciones, después de tanto tiempo se cambian de esta manera las reválidas. Va a haber una prueba que se llamará EVAU”, ha explicado el José Antonio Marina.

El filósofo, pedagogo y profesor considera que "el ministerio de Educación funciona ahora mismo como un pollo sin cabeza, y la Educación es una cosa seria. Esto no puede ocurrir”.

“El ministro de Educación tiene que ser el vicepresidente del gobierno, esa es mi propuesta y la que ha sido durante mucho tiempo. Porque así la Educación tendrá la importancia que merece” ha destacado José Antonio Marina.

Uno de los problemas en la actualidad para el mundo del profesorado, son los móviles en las aulas, y José Antonio Marina asegura que “tenemos muchos problemas al obligar a los alumnos para que apaguen sus móviles cuando entran en clase. Esto tiene que cambiar”.