Jorge, Cristina y José Manuel son personas que cuidan. Cuidan de su abuela, de su hija, de su mujer... Lo hacen porque quieren pero también porque a veces no tienen más opciones. Cuidan de personas dependientes, enfermas, ancianos...

Cada caso es un mundo, pero lo cierto es que la mayoría aparcan durante años parte de su vida para cuidar de los demás y lo hacen con una amor y una entrega que no siempre es reconocida. Y una vez más se plantea la gran pregunta ¿Quién cuida del cuidador?

Hoy 5 de noviembre es el Día del Cuidador. En España 500.000 personas son cuidadores no profesionales. Su papel es esencial en la familia y en esta sociedad cada vez más envejecida. Pero, sin embargo, su labor no está suficientemente reconocida.

El perfil del cuidador tipo es el de una mujer de entre 50 y 60 años que dedican muchas horas al día a cuidar a una persona dependiente. En España el 89% de los cuidadores son mujeres.

Sabrina Bequir tiene 38 años y ha vivido la experiencia de cuidar primero a su madre y después a su hermano, los dos con Alzheimer.

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA EN 'LA TARDE'

Su madre murió en 2011 y poco después se le diagnosticó la enfermedad a su hermano. Pasó de cuidar a su madre a cuidar a su hermano y tuvo que abandonar su trabajo. Reconoce que no ha tenido una juventud normal, como el resto de sus amigas. Empezó a escribir un blog para compartir su experiencia como cuidadora y ahora poco a poco, con la colaboración de su padre y de su abuela ha conseguido seguir cuidando a su hermano y recuperar parte de su vida, entre otras cosas el trabajo, algo muy importante para ella.

Sabrina ha reconocido en 'La Tarde' que cuando su madre enfermó tenía 11 años. “Crecí y aprendí a cuidar de mi madre. Hacía de madre de mi madre. Ahora mi hermano requiere cuidados absolutos. Necesita atención plena las 24h. No quiero que a mi hermano le falte algún tipo de atención”.

“Tuve que dejar de trabajar para cuidar de mi hermano. Fue un proceso largo, luego recibí la ayuda de cuidadores privados”, ha añadido Sabrina.

“Es muy difícil cuidarse cuando uno tiene que estar continuamente cuidando de una persona. Es muy importante saber querernos a nosotros mismos y saber lo que queremos ser y hacer en la vida. No podemos perdernos en la entrega absoluta a una persona que necesita cuidados”, ha destacado.