Carlos Lluch, corredor de seguros: "Viajar sin seguro es jugar con fuego, no viajamos correctamente"
Los expertos advierten que viajar sin seguro es “jugar con fuego”, dado el coste medio de las reclamaciones
Madrid - Publicado el
3 min lectura
Un reciente estudio sobre hábitos de viaje revela que una parte significativa de los viajeros más jóvenes no contratan un seguro antes de salir al extranjero. Según una encuesta realizada a 2.000 adultos del Reino Unido, el 58 % de los jóvenes que viajaron no contrataron cobertura porque consideraban que “no iba a pasar nada”.
Además, un 29 % de todos los viajeros encuestados ha tenido que presentar una reclamación relacionada con su viaje.
Turistas disfrutando de un viaje
Entre los motivos más frecuentes para reclamar figuran emergencias médicas (45 %), retrasos importantes en el viaje (48 %) o robo/pérdida de equipaje (41 %).
Los expertos advierten que viajar sin seguro es “jugar con fuego”, dado el coste medio de las reclamaciones y los riesgos inherentes. Por eso conviene conocer bien qué cubre –y qué no– una póliza de viaje.
¿Qué es un seguro de viaje?
Un seguro de viaje es una póliza diseñada para cubrir determinados riesgos que pueden surgir durante un viaje (nacional o internacional) y que no suelen estar cubiertos por seguro de salud doméstico, tarjetas de crédito o la compañía de viaje.
Miles de turistas transitan por el centro de Málaga
Entre sus funciones principales están: cubrir gastos de atención médica de urgencia en el extranjero, reembolsar depósitos no reembolsables si se cancela el viaje por una razón cubierta, cubrir pérdidas de equipaje, o gestionar evacuaciones médicas cuando sea necesario.
No obstante, no todas las pólizas son iguales, y es clave revisar los términos, las exclusiones, los límites y el momento de contratación.
Seguro médico de viaje y gastos médicos de urgencia
Este seguro cubre los gastos derivados de enfermedades o lesiones inesperadas durante el viaje, cuando tu seguro habitual no tiene cobertura completa en el extranjero.
Incluye, por ejemplo, hospitalización, tratamiento médico, ambulancia, o incluso evacuación médica si no hay un buen hospital en el destino.
Es especialmente relevante para viajes internacionales, pues muchos seguros domésticos no cubren atención médica fuera del país.
Equipaje, pertenencias especiales y complementarias
Otra cobertura habitual es la de equipaje: daños, pérdidas, robos o incluso el coste de adquirir objetos de primera necesidad si tu equipaje se retrasa.
Asimismo, algunas pólizas contemplan compensaciones por retraso del viaje (por ejemplo, por vuelos cancelados o demoras importantes) o por pérdida de conexión.
Por qué es importante su contratación
Viajar implica siempre cierto grado de riesgo: enfermedad, accidente, retrasos o cancelaciones imprevistas. Una cobertura adecuada aporta tranquilidad financiera y logística. Por ejemplo, el coste de hospitalización o evacuación en el extranjero puede ser muy elevado.
Además, según la encuesta citada al inicio, muchos viajeros jóvenes optan por no contratar seguro y luego se encuentran con gastos inesperados. Este margen de riesgo existe.