Carlos Ferrer, responsable oncológico: "Los cribados permiten reducir la mortalidad un 30% porque se observan pequeños tumores"
La crisis de los cribados se expanden a más comunidades autónomas y en 'La Tarde' han querido analizar cómo funcionan estos cribados

Madrid - Publicado el
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El sistema de cribado del cáncer de mama en España atraviesa una situación crítica que ha puesto de manifiesto importantes deficiencias en la gestión autonómica, la comunicación con las mujeres convocadas y la cobertura real del programa.
El caso más visible ha sido el de la comunidad de Andalucía, que ha reconocido explícitamente que aproximadamente 2.000 mujeres no fueron informadas a tiempo de los resultados de sus mamografías, lo que ha generado graves consecuencias tanto en términos clínicos como de confianza ciudadana.

Revisión médica cáncer de mama
Ante esta situación, el Ministerio de Sanidad ha reclamado a todas las comunidades autónomas que remitan los datos de sus programas de cribado de cáncer de mama, cérvix y colon para “adelantarse” a fallos similares en otros territorios.
Andalucía es el epicentro del escándalo
En Andalucía, las autoridades sanitarias han admitido que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) dejó sin comunicar a al menos 2.000 mujeres los resultados “dudosos” de sus mamografías, generando retrasos que en algunos casos se prolongaron hasta dos años.
El escándalo derivó en la dimisión de la consejera de Salud de la Junta andaluza y en el anuncio de un plan de choque dotado de 12 millones de euros para reforzar el programa de detección precoz.
Por su parte, organizaciones políticas han pedido que se “conozca el iceberg” de las pruebas diagnósticas pendientes, exigiendo que se publiquen las listas de espera y los datos de cuántas pacientes llevan meses sin respuesta.
Comunidad valenciana: cobertura parcial y falta de convocatorias
La crisis en Andalucía ha tenido eco en otras comunidades autónomas, como la Comunitat Valenciana, donde se constató que más de 90.000 mujeres previstas para la mamografía en 2024 no fueron invitadas a participar en el programa de cribado.
Además, se registró una caída en el número de mamografías realizadas respecto al ejercicio anterior. Lo que debía ser una rutina de prevención ha quedado afectada por convocatorias no realizadas, lo que agrava el riesgo de diagnóstico tardío en algunas pacientes.
Madrid: nuevas ampliaciones y viejas grietas
En la Comunidad de Madrid se ha anunciado la ampliación del rango de edad del programa de mamografías preventivas (pasando de 50-69 años a 45-74 años), lo que en principio representa un avance.
Sin embargo, esta medida ha chocado con la falta de recursos suficientes, la existencia de cuellos de botella en las citas y tiempos de espera de hasta 151 días en algunos hospitales públicos.
El Gobierno regional defiende que la ampliación será gradual y que dispondrá de más presupuesto en los próximos años, pero los profesionales sanitarios advierten que primero deberían resolverse los problemas existentes antes de aumentar la carga del programa.
Transparencia, datos y enfrentamientos políticos
La crisis de los cribados ha desencadenado un enfrentamiento entre el Ministerio de Sanidad y varias comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, que se han negado a facilitar al ministerio los datos de los programas de detección precoz argumentando competencias autonómicas.
La Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) ha insistido en que los datos deben estar al servicio de los pacientes y del sistema público, y que convertir los programas de cribado en “instrumentos de confrontación social o política” es inaceptable.





