Un alfarero explica el motivo por el que la profesión está en peligro de extinción: "Solo quedan tres"
En La Tarde, junto a Javi Nieves, hemos contado la historia de José Ángel y su oficio que ya está en extinción. Él es la quinta generación de su familia

Un alfarero explica el motivo por el que la profesión está en peligro de extinción
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La historia de José Ángel o Severino, que es como le suelen llamar, además de ser su padre y maestro y quien le enseñó a amar al barro, es la de un alfarero de profesión que va de feria en feria, mostrando como se trabaja el barro con un torno y el firme pulso de las manos. También prepara talleres para colegios, desde que tiene memoria, amasa con sus manos el barro, primero fue como un juego, luego como una forma de ganarse la vida y ahora también, porque quiere que el arte de hacer botijos a mano, en peligro de extinción, no se pierda.
Es la quinta generación de alfareros de su familia y aparte de asistir a ferias y colegios, lo hace también en cumpleaños y lo que puede resultar más llamativo, a despedidas de solteras. Sobre esto último, José Ángel, explicaba en La Tarde que "voy de donde me llaman, y una vez me llamaron para eso y se lo pasaron muy bien, vino la abuela, la tía, la prima, yo le dije que el delantal no se movía. Era una actividad que le gustan a los grandes, a los pequeños que ven dibujos animados de Mickey Mouse, Peppa Pig y a los mayores como las de Ghost".

Con el barro, básicamente construyeron "piezas bonitas". José Ángel se encuentra en Alicante, y al ser 9 de octubre, día de la Comunidad Valenciana, está en la feria artesanal y gastronómica de su pueblo, Agost. Una feria que hace 22 años que se celebra y que se antoja como un lugar ideal para encontrar productos de la zona, como cerámica, uva de mesa y más ofertas con diversidad gastronómica.
En un día como el de hoy, José Ángel señalaba que "exponemos nuestras piezas, todo lo que hacíamos de nuestro taller, artesanal, desde el barro hasta la cocción y al final la venta, los talleres que hago para gente mayor, pequeña, es agradable porque viene mucha gente familiar y a comprar cosas, mancharse las manos y llevarte una pieza bonita a casa".
Su padre fue futbolista profesional
De todas las generaciones de su familia, nadie ha sido obligado a dedicarse a esta profesión, todos lo hacen por vocación, "con mi padre, los veranos, íbamos mi hermano y yo a enseñarnos, a hacer piezas, ayudarle para que pudiera trabajar y desde pequeños hemos estado en el taller". Además, su padre, que falleció hace unos días por Alzheimer a los 88 años, fue futbolista profesional del Hércules y el Alicante, jugaba de central y pudo jugar en Copa del Rey con equipos de Primera División como el Atlético de Madrid.
El barro lo buscan de zonas muy concretas y específica, José Ángel, explicaba que "el barro de aquí se conoce por su blancura, lo sacamos de unas canteras que están al norte del pueblo, Terrers dels Pobres, tiene que ser exclusivamente de allí porque es una tierra muy calcárea, con fósil y en su día hubo agua". Entonces, la extraen de allí y después la llevan al taller, para quitarle la tierra y el fósil y tratan de hacerla "lo más líquido posible para filtrarla y una vez que tenemos el barro hecho le ponemos sal". Ese es el secreto, ya que de esta forma le pueden dar un color más blanco y además, "la refrescará".

Profesión en peligro de extinción
Quedan muy pocos alfareros en España y José Ángel se mostraba preocupado con el futuro de la profesión, "la cerámica y la alfarería es cultura, gracias a ello tenemos historia. Con la globalización está abandonada, aquí hacemos botijos porque hace calor".
No se trata del trabajo más cómodo del mundo, ya que es bastante "laborioso y artesanal". En su momento hubo hasta 35 talleres, ahora solo quedan 3, "estamos en peligro de extinción porque antiguamente en la cocina siempre estaba un utensilio de barro y en día todo el acero, vidrio, plástico", decía José Ángel.



