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A las 5 de la mañana se certifica la muerte de Miguel Ángel. A las cinco de la mañana de un día como hoy, hace 25 años, Miguel Ángel moría después de haber recibido dos balas en la cabeza. Doce horas antes lo habían encontrado malherido en Lasarte. El medico que lo atiende Patxi García Urra dice que las posibilidades de que siguiera viviendo eran limitadísimas.

Lo hemos recordado estos días, aquel día empezó el fin de ETA. Un fin de ETA del que ha hablado hoy Sánchez en el debate del Estado de la Nación.

No es una mala noticia presidente que ETA se acabara hace diez años. Es una obscenidad sugerir que alguien en España quiere que ETA siga viva. Lo que queremos presidente es rendir homenaje a nuestros muertos, también a los suyos, lo que queremos es que los jóvenes sepan lo que pasó en España. Presidente, su socio parlamentario, Bildu, ha vuelto a mostrar cómo pretende reescbir la historia.

Dice Aizpurúa que siente el dolor de las víctimas de ETA y rápidamente añade que siente el dolor de todas las víctimas, como si el País vasco hubiera habido dos bandos, equiparables. Lo hemos dicho muchas veces pero conviene repetirlo: no había dos bandos, había quien mataba y había quien moría. Como Miguel Ángel. Descanse en paz..

Esta mañana ha seguido el Debate del Estado de la Nación y Sánchez le ha quitado importancia al desplome que se ha producido en la bolsa de las acciones de los bancos y de las eléctricas.

Seis millones de inversores han perdido en las últimas horas en la bolsa cuatro veces más de lo Sánchez quiere recaudar con los nuevos impuestos. Sánchez está encantado con el nuevo perfil que le adorna desde ayer al mediodía, el pérfil de un líder muy de izquierdas, que le quita el dinero a los ricos para dárselo a los pobres. De momento esta mañana nos hemos desayunado con la confirmación de que el IPC está por encima del 10 por ciento. Sus socios de Gobierno y sus socios parlamentarios están encantados de este supuesto giro hacia la izquierda. Pero en realidad Sánchez no ha subido los impuestos a las eléctricas y a los bancos.

Ha anunciado que subirá los impuestos. Pero no ha dicho cuánto y cómo. ¿Cuántos Sánchez hemos visto desde hace cinco años? El Sánchez antindepentista, el Sánchez del diálogo con los independentistas, el Sánchez que quería llegar a acuerdos de Estado con el PP, el Sánchez que insulta al PP, el Sánchez que demoniza a Vox, el Sánchez que agradece a Vox. Hay quien habla de un giro de Sánchez. Sánchez siempre gira, hace anuncios que no concreta. Sánchez ahora quiere ser más de Podemos que los de Podemos.

Pero cuando empiece 2023 y haya que subir los impuestos a la banca, quizá Sánchez sea más liberal que el PP, más banquero que Ana Patricia Botín o que Carlos Torres. A estas alturas ya sabemos que la palabra de Sánchez no vale nada, lo que si vale es lo que derrumba.