Un grupo internacional de investigadores, entre los que están algunos astrofísicos andaluces, han descubierto qué sucederá cuando el sol se apague. Las estrellas como el sol no son eternas, una estrella como el sol suele vivir 10.000 millones de años. El sol estará vivo mientras siga teniendo suficiente hidrógeno para realizar la combustión nuclear que lo alimenta. Después se convierte en una enana blanca.

Y lo que han descubierto estos científicos es que cuando el sol se apague, desaparecerán los planetas más cercanos, seguramente desaparecerá la tierra. Falta mucho tiempo para eso , otra cosa es que los hombres hagamos inhabitable parte de nuestro planeta. En cualquier caso, siempre que leemos una noticia de este tipo, sobre como funciona el sistema solar, sobre cómo funciona el universo, vuelve el vértigo, porque en realidad había casi infinitas posibilidades de que no hubiera planeta tierra, de que no estuviéramos sobre el y de que en este momento ni yo estuviera hablando ni tú escuchando. Había casi infinitas posibilidades de que no estuviéramos aquí, nos salva el casi.

La campaña de verdeo de la aceituna, que ahora se recoge con vibradores como este que hemos está acabado en buena parte de Andalucía. Desde hace meses el precio del aceite de oliva viene subiendo de forma constante. Hay dos razones: a que se ha reducido la cosecha y a que hay más demanda internacional.

Desde hace un año el aceite de oliva ha subido un 26 por ciento. Si la botella de aceite costaba cuatro euros hoy cuesta cinco euros. Hemos conocido esta mañana el dato completo del IPC del mes de octubre y, eso, además de permitirnos entender cuánto ha subido el coste de la vida nos permite saber qué ha subido y que ha subido menos.

En alimentación no todo ha subido tanto como el aceite, pero la fruta fresca ha subido casi un 10 por ciento y los huevos un 4 por ciento. Muchas de estas subidas tienen que ver con la subida de la precio de la luz. Pero la subida del aceite parece una broma si la comparamos con lo que nos ha subido la electricidad en casa, ha subido en el último año más de un 62 por ciento, la gasolina un 26 por ciento y el diésel un 30 por ciento. Durante el verano y a la vuelta del verano, hasta hace no muy poco el Gobierno quería quitarle importancia a la subida de la luz y muchos ministros insistieron en que lo que sucedía en el mercado mayorista no tenía por qué repercutir en el recibo.

Eso es capacidad de previsión. Tenemos un problema y es un problema serio, lo sabemos los problemas mundiales con la energía, los problemas de abastecimiento, el atasco mundial ha disparado los precios, tenemos la inflación en el 5,4 por ciento, la más alta de los últimos años. Es verdad que si quitamos la energía y los alimentos frescos la inflación está en el 1,4 y eso es una buena noticia. Pero en cualquier caso somos más pobres que hace un año y lo que necesitamos es un Gobierno que no niegue la realidad.

Que niegue, por ejemplo, que las pensiones van a bajar al aumentar el periodo de cálculo. Esta inflación alta ha provocado que Bruselas recorte la previsión de crecimiento de la economía española. La recuperación continúa, pero las empresas tienen por delante un invierno duro y habrá reducción de inversión y menos creación de empleo y casi todo seguirá siendo más caro. Los que saben de esto dicen que la cosa empezará a mejorar en la segunda parte de 2022. Conviene que el Gobierno no se equivoque con la política económica.