A estas horas, lo más posible, lo más probable, es que haya un nuevo gobierno independentista en Cataluña. Y digo a esas horas porque de aquí al 26 de marzo, que es cuando debe celebrarse la primera votación para la investidura, puede haber imprevistos.

¿Por qué a estas horas lo más probable es un Gobierno independentista? Illa que es quién ha ganado, insiste en que va a presentarse a la investidura.

Illa insiste en que quiere llevar a Cataluña el cambio. Ya veremos si puede presentarse a la investidura. ERC quiere impedirlo. En cualquier caso a estas horas, Illa no cuenta con los votos suficientes para ser elegido. Decide ERC y ERC ya ha dejado claro que el cordón sanitario contra las fuerzas no independentistas se mantiene. ERC ya ha iniciado contactos para formar Gobierno. Con lo que Illa, el ganador de la noche electoral de San Valentín, el gran protagonista de la operación diseñada por Iván Redondo, se quedaría como líder de la oposición. Una oposición que solo podrá dar pellizquitos de monja a ERC porque ERC es socio parlamentario de Sánchez. El que ayer parecía un gran triunfo electoral de Sánchez se puede desinflar.

En marcha las conversaciones para dar forma a una mayoría independentista. Un Gobierno que no lo va a tener nada fácil. Aragonès, el líder interpuesto de ERC, ha insistido esta mañana en un frente amplio.

Ese frente amplio incluye a los Comunes, a Podemos. Primera dificultad. JxCAT, el partido de Puigdemont, que se ha quedado por detrás de ERC, reconoce que Aragonès, el líder interpuesto de ERC, debe presidir el Gobierno. Pero Laura Borràs no quiere ni oír hablar de los comunes.

Primer problema. Primer veto. Segundo problema, ERC depende de la CUP. La CUP ha más que duplicado su resultado respeto a 2017, ha pasado de 4 a 9 diputados. Si ya puso la investidura cara en 2017, ahora lo va poner más difícil. Dolors Sabater, líder de la CUP habla incluso de entrar en el Gobierno.

¿Por qué el protagonismo de la CUP va a poner las cosas difíciles a ERC? Porque le va a exigir que ERC se mantenga en el independentismo más radical. Justo lo que no quieren algunas de sus bases que apuestan por alguna fórmula de compromiso.

Es un problema para ERC la fuerza de la CUP; la alianza con sus enemigos fraternos de JxCAT. El tercer problema para ERC es la misma ERC. Hace unas horas Junqueras seguía insistiendo en pedir lo imposible

Si ERC, no ahora sino en los próximos meses, sigue pidiendo autodeterminación y amnistía quedará presa del conocido bucle melancólico.