Las gentes de empresa han vuelto a repetir lo que vienen diciendo desde que empezó la pandemia: unidad y consenso. Hoy se han reunido algunos de los líderes de las empresas más grandes de España y han reclamado a los políticos que se pongan de acuerdo. De acuerdo de verdad, un acuerdo no como el que Sánchez defendió y que luego se queda en nada.

Es lógico que los empresarios pidan acuerdo después del dato de paro que conocimos ayer. La CEOE, que es la patronal, le ha dicho otra vez al Gobierno que si no hay prórroga de los ERTES habrá paro. O pagas a la gente con el paro o los pagas con los ERTES y con los ERTES, en principio, se pueden salvar más empresas. Los datos de paro de ayer dejaban claro que hay recuperación en los sectores en los que hay teletrabajo, pero que no hay recuperación en los sectores sociales, como el turismo, que dependen del contacto humano.

El Gobierno parece que se está convenciendo de que es mejor tener gente acogidos a los ERTES que tenerlos en el paro, porque al final les tienes que pagar y puedes salvar algunas empresas. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha vuelto a sugerir que los ERTES se pueden prorrogar más allá de septiembre, no ha querido ponerle fecha. Prorrogar los ERTES hasta diciembre puede costar 62.000 millones de euros. Y se habla de ir mas allá.

Para hacernos una idea de la cantidad que son 62.000 millones de euros, hay que tener en cuenta que la recaudación de todo un año con todos los impuestos es de 212.000 millones. Vamos a gastar más, vamos a tener más deuda. Esa no es la discusión, la discusión es si la deuda buena o la deuda mala, Draghi. Abril-Martorell ha puesto el acento en el impulso de la I+D, la tecnología y la reindustrialización como vías para mejorar la productividad, la competitividad y el empleo en el país. Parece que el Gobierno se ha dado cuenta con los Presupuestos.