El viaje de la Sputnik V: De la duda a la credibilidad
Analizamos como ha variado la percepcion científica sobre la vacuna desarrollada por Rusia, hasta el punto de que ahora mismo varios países la reclaman.

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Fue una de las primeras vacunas en desarrollarse contra el coronavirus, tan solo 5 meses despues del inicio de la pandemia, pero el obscurantismo inicial en los estudios y datos clinicos motivó una desconfianza internacional hacia este fármaco. La situacion se ha dado la vuelta, una vez que el proceso de vacunación ha ido demostrando la fiabilidad de la vacuna en multiples países, y los datos han acabado publicados en la prestgiosa revista cientifica internacional The Lancet.
Actualmente, Sputnik V se administra en alrededor de 40 paÍses de todo el mundo, incluidos algunos de la Union Europea, como Hungría o Eslovaquia. Otros paises como Italia o Alemania, han abierto la puerta a la adquisicion de estas dosis. Actualmente la Agencia Europea del Medicamento estudia su aprobacion en la Unión.
Un trámite que se ha visto retrasado por un fallo burocrático. De aprobarse su administración, podría entrar a fomrar parte del elenco de vacunas que ha comprado de forma centralizada la Union Europea, lo que podría reforzar los planes de vacunación que actualmente tienen como dificil reto alcanzar la inmunizacion del 70% de la población en Europa, para el final de este verano de 2021.
El coste de esta vacuna tampoco es desorbitado, ya que ronda los 8 euros por dosis. A nivel científico esta vacuna se desarrolla con una técnica muy similar a la que utiliza la de la Universidad de Oxford, la farmacéutica sueca Astrazeneca. Es decir, el uso de un adenovirus, en este caso de origen humano, es lo que la diferencia de la vacuna sueca que tiene un adenovirus de origen simio, aunque modificado geneticamente para ser inoculado en humanos.



