Su nombre es José Luis Bernal, aunque sus familiares y amigos le llaman Cheluí. Es un apasionado de la espeleología, la escalada, el parapente... A mediados de octubre, este asturiano de 60 años decidió marcharse con cinco amigos a una de las mejores zonas para practicar el vuelo sin motor, a la India, a la zona del Himalaya. Al llegar, se encontraron con unas condiciones excelentes; pasaron tres días practicando parapente, movidos por las corrientes, disfrutando de la sensación única de volar... hasta que una nube inesperada lo cambió todo. Se formó de manera repentina y José Luis quedó atrapado en una de ellas. Sus compañeros lograron salir a salvo, pero nada sabían de Cheluí. 24 horas después, y ante la ausencia de señales, dieron la voz de alarma: se puso en marcha el protocolo de emergencias para tratar de localizarlo. La tarea no fue fácil. Y a cada hora que pasaba, la situación se hacía más delicada.

Cuatro días después del accidente, sus amigos conseguían ubicarlo: le facilitaron comida, ropa y medicinas, pero el rescate aún debía esperar porque una tormenta volvió a complicar las cosas. Fue solo cuestión de horas que la historia acabara con un final feliz... cinco días después del accidente, José Luis era rescatado. Aquí, en España, la espera fue larga... especialmente para su familia. Él es el parapentista asturiano que permaneció cinco días perdido en el Himalaya: “Ya lo veo todo como una película, estoy perfectamente porque no llegué a tener un daño físico”. En una entrevista en 'La Noche de COPE' con Adolfo Arjona, José Luis Bernal contaba: “Estando todavía en vuelo y perdiendo altura, sabía que tenía que aterrizar sí o sí; no tuve más remedio que hacer un aterrizaje de emergencia en un valle y no me podía permitir hacerme daño porque si me llego a hacer un simple esguince, habría tenido un problema extremo”.

“Aunque al principio pensaba que podía resolver la situación en un par de días, después me di cuenta de que no... que era mucho más difícil. Hubo un momento en que lo vi muy mal, muy negro, y pensé que no iba a salir de allí”, reconocía en la entrevista. “Mi objetivo era salir de allí y tenía que tener un plan, contemplé la posibilidad de salir volando y pasar la barrera que me separaba del mundo civilizado, hice hasta dos intentos y ya pasé al plan de salir andando de ese valle”. A José Luis le angustiaba “no poder decir a mis amigos que estaban moviendo Roma con Santiago para encontrarme, que estaba bien”. “Ahora sé más que antes sobre parapente, no he pensado en dejarlo”, aclara Bernal... y su familia no le pide que lo deje porque sabe que no lo va a dejar.