Corría la temporada 94/95 y en el Royal Opera House de Londres se ponía en escena ‘La Traviata’ de Verdi… En el escenario debutaba un joven malagueño de 28 años, un barítono que un par de años antes había rechazado una oferta de uno de los mejores directores italianos, Riccardo Muti, para debutar en La Scala de Milán. Ese cantante era y es Carlos Álvarez.

Sobre aquel momento en el que entró en la Royal Opera House de Londres, Álvarez recuerda que “fue precioso, lo pienso y parece que fue ayer”. Además, en cuanto a la ya anécdota, de cuando dio calabazas a Ricardo Muti, Carlos Álvarez explicaba lo siguiente en La Noche de COPE, con Adolfo Arjona: “Rechacé a Muti por sensatez, por honestidad y porque no estaba a la altura de alguien que tenía que interpretar al papel principal de ‘Rigoletto’”. Aunque, en ese momento se arriesgaba a que su carrera internacional se viera truncada, pero el tiempo le acabó dando la razón.

En la actualidad, y hasta el 10 de diciembre, Álvarez es el protagonista de ‘La Traviata’, Simón Bocanegra, con el que pasará por grandes escenarios operísticos. Ahora está ante la consolidación definitiva de su carrera, de la que decía en La Noche de COPE que ha cumplido varios sueños: “Volver a Londres significaba uno de los retos más importantes de mi vida, y lo he conseguido ya sé que voy estaré allí de nuevo con varias obras verdianas, y esto significa asentar mi trabajo. Esto es una cuestión acumulativa. Si el día anterior no has tenido una buena función, perjudica al siguiente contrato. Por el contrario, una buena actuación siempre supone un importante trampolín”.

El único escenario de renombre que le queda por conocer es Sídney, pero esto no preocupa a Álvarez. Así hablaba de la Ópera Metropolitana de Nueva York: “Me equivoqué y entré en el foso de butacas antes de empezar; entonces aluciné, era impresionante”.

Otro aspecto importante de este espectáculo es el público. “Para ser un buen público te tienes que emocionar, no hace falta tener demasiado conocimiento”, comentaba Carlos Álvarez a Adolfo Arjona en La Noche de COPE.

Además, añadía: “El público centroeuropeo es un público tradicional, si me tengo que quedar con alguno es con el público español, porque cada vez es más entendido, disfruta con lo que le ofrecen y demuestra lo que le gusta y lo que no”.

“En el mundo del espectáculo tiene que haber una máxima: el contrato entre el escenario y el patio de butacas tiene que estar basado en la calidad. Si se presenta un espectáculo de calidad, bueno, también interesará al público joven”, concluía el barítono malagueño.