Tenía 38 años y un día decidió salir con su bicicleta nuevam la que le había regalado su esposa. Paco desapareció el 15 de septiembre de 2005 y cuando se volvió a saber de él su cadáver estaba desnudo y calcinado. La policía jamás pudo aclarar que había pasado ni quién lo había hecho.

Con Cruz Morcillo, autora del libro 'Departamento de homicidios: Una memoria de la España negra', repasamos este caso, el de Francisco Quintana. Este señor, Francisco Quintana era un buen hombre del que se descartaba que tuviera líos extraños con mafias ni con grupos organizados. Todos son incógnitas sobre qué pudo pasar para que acabará sus días de una forma tan dura, especialmente para su familia tiene que ser durísimo no saber que le ocurrió a un ser querido y que además aparezca calcinado.

"Estos casos cuando no se resuelven, para los investigadores suponen una desazón mayor. Yo creo que cualquiera entiende, y no es que la vida de otras personas valga menos, pero yo creo que cualquiera entiende que si uno está traficando a lo mejor con 200 kg de cocaína, es un ejemplo, tiene más posibilidades de que le suceda algo, de que alguien actúe contra él. A Paco, curiosamente, después de que haya pasado tantos años ni siquiera está claro si le mataron o se murió, que fue otra de las teorías que en su momento cogió fuerza. También que sufriera un paro cardíaco o que sufriera un golpe de calor", ha explicado la periodista en 'La Noche de Arjona'.

También, Cruz Morcillo ha explicado que el hecho de que apareciese calcinado podría estar relacionado con que un tercera persona hubiese tomado esa decisión por miedo: "Esta es una de las teorías que se barajó. Que esa persona se asustará y quemara el cuerpo para acabar con todo tipo de pruebas, porque la gente tiene a veces reacciones muy extrañas".

En cuanto a la posibilidad de que existiesen testigos, Cruz Morcillo ha explicado lo siguiente: "Hubo un testigo de hecho. Un soplón que llamo a la Guardia Civil un par de meses después de aparecer el cuerpo de Paco y lo que hizo fue decir que él sabía de una serie de datos de unas personas, en este caso eran siete trabajadores dominicanos de una de una empresa de Tres Cantos. Les detuvieron a todos porque este dio muchos detalles, pero lo que al final averiguo la Guardia Civil es que estos señores no tenían nada que ver, y lo que subyacía detrás de este soplo era un lío de faldas que tenía, precisamente, el que se había inventado la acusación contra estas personas, y lo que quería era vengarse de algunas de esas personas".

La forma de actuar y todo lo que rodeó el caso genera una intriga aun mayor a la muerte de Jesús Quintana. No te pierdas ningún detalles escuchando la sección entera de 'La Noche de Adolfo Arjona'.