El Condado de Treviño vuelve a estar de actualidad. Su particularidad es que pertenece a Burgos pero está situado en plena provincia de Álava. Los dos municipios que forman parte del enclave de Treviño, que son el Condado de Treviño y la Puebla de Arganzón, han pedido una reunión con los gobiernos de Castilla y León y del País Vasco para garantizar una estrategia única frente a la Covid. Necesitan aclarar su nivel de dependencia de una y otra comunidad autónoma en cuanto a las restricciones por la pandemia, para actuar con seguridad jurídica y sanitaria.

Son 221 km cuadrados que pertenecen a la provincia de Burgos aunque geográficamente están localizados en Álava. Está situado entre Vitoria y Miranda de Ebro, y cuenta con casi 2.000 habitantes. Estos “caprichos geográficos” obedecen a cuestiones históricas. Por ejemplo, para entender este caso hay que remontarse al siglo XII.

La última polémica ha surgido a raíz de la inclusión por parte de la Junta de Castilla y León de Treviño en el listado de restricciones para que la hostelería y el comercio cerrasen a las 6 de la tarde. El Condado de Treviño alega que hay una disposición en el BOE para que los enclaves “escalen y desescalen” con la provincia que los rodea, aunque administrativamente pertenezcan a otra. ¿Y cómo se traduce en el día a día este jeroglífico? ¿Cómo lo viven los vecinos? Hemos hablado con algunos de ellos, por ejemplo con dueños de bares. Con tanto cambio en las medidas de restricción, y no saber muy bien de quién dependen, tienen muchas dudas.

También hemos hablado con el alcalde de La Puebla de Arganzón, Pablo Ortiz de Latierro, que nos ha contado que de la vacunación contra el coronavirus se encarga el servicio de salud de Castilla y León. Sin embargo las PCR las hacen en el centro de salud de Treviño, pero se analizan en Vitoria. Con todo esto, nos ha contado también que se sienten bastantes olvidados. Y repite que necesita saber a qué normas atenerse.

El caso de Treviño no es único en España, existen más enclaves. 26 en total. Es lo que cuenta el libro “Viaje a los enclaves españoles” del filólogo Ramón Carnicer, quien recorrió España a mediados de los años 90 para identificarlos y fotografiarlos. Junto al Condado de Treviño, uno de los casos más destacados es el del Rincón de Ademuz, por el ser el de mayor superficie con 370 km2. Administrativamente pertenece a Valencia, pero también tiene otra peculiaridad: está rodeado de dos provincias que pertenecen a CCAA diferentes, Cuenca y Teruel.

También hay otros enclaves que forman parte de la historia de España. Por ejemplo, Petilla de Aragón porque es el lugar donde nació Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina. Ocupa poco más de 21 km2 y hasta el siglo XII perteneció a Aragón para después formar parte del reino de Navarra. Es un enclave navarro en la provincia de Zaragoza.

El más pequeño es el de Sant Pere de Graudescales. Ubicado en la provincia de Lleida y perteneciente a Barcelona, es un territorio de poco más de 200 m2, compuesto únicamente por una iglesia románica. Y, luego, separado de España por apenas cinco kilómetros está el único enclave internacional: Llivia. Este municipio gerundense está rodeado de territorio francés, una situación que se remonta al Tratado de los Pirineos de 1659. La situación es de lo más peculiar y ahora, con la pandemia, no está siendo fácil. Nos cuentan sus habitantes que están rodeados de controles por todas partes. “Tenemos que ir con el DNI en la boca”, comentan.