A lo largo de esta semana se ha hablado, y no precisamente poco, de los indultos. Ya sabes, los presos del procés como protagonistas y el gobierno como brazo ejecutor. Para trasladarnos al origen de todo tendríamos que retroceder muchos años en el tiempo, pero si tenemos que fijar un detonante de lo que vivimos ahora mismo, quizá nos tengamos que trasladar al 1 de octubre de 2017.

El referéndum fallido, tumbado por el Tribunal Constitucional, y que provocó tantos disturbios en las calles. Nueve días después, aquella Declaración Unilateral de Independencia (DUI), el 10 de octubre de ese mismo año, y que duró apenas unos segundos. Días después los ‘Jordis’ -Cuixart y Sánchez- fueron enviados a prisión de manera preventiva por la jueza Carmen Lamela y Carles Puigdemont inició una huida que todavía hoy continúa.

Si damos un salto de dos años nos topamos ya con las condenas que hizo públicas el Tribunal Supremo. 12 implicados, 9 de ellos con penas de prisión. Entre ellos Oriol Junqueras (la mayor pena con 13 años) Josep Turull, Raül Romeva, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, los Jordis. Además de protestas, el mensaje que lanzó el independentismo fue rotundo: “Ho tornarem a fer”, decía el por aquel entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, el 15 de octubre de 2019. Lo que dice es precisamente uno de los argumentos que el Tribunal Supremo ha utilizado esta misma semana para mostrarse en contra de los indultos. Un informe que supone un mazazo para el independentismo después de que el Gobierno empezara esta semana a activar la maquinaria con vistas a blanquear los indultos. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo apuntaba el pasado lunes que los indultos “hay que verlos con naturalidad, no hay que asustarse de los instrumentos que vienen previstos normativamente”.

Desde ese domingo, en COPE te estábamos contando ya desde primera hora los planes de Moncloa para trazar su estrategia con el objetivo de afrontar los indultos a los principales líderes del procés que se encuentran en prisión. El presidente Sánchez tendría claro concederles ese perdón, algo que habría hecho saber a Esquerra Republicana de Cataluña.

El recientemente nombrado presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, precisamente miembro de esta formación ya ha dejado claro que ellos van a poner encima de la mesa la amnistía, un camino que no parece que sea el escogido por el gobierno ya que supondría asumir que fueron unas condenas injustas, que es precisamente lo que busca el bando independentista. Apuestan más por un indulto que podría ser total o parcial. Nos lo explica Andrés Betancourt, catedrático de Derecho Administrativo: “Se refiere a si abarca la totalidad de la pena o la totalidad de ella”. En principio lo más viable sería un indulto parcial.

La fórmula del indulto ha estado en la mesa del Ejecutivo no sólo ahora, sino desde el principio. Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en Cataluña, decía en septiembre de 2018 en Cataluña Radio que “si se pide el indulto yo sería partidaria”.

El informe del Supremo es necesario saber que no es vinculante para tomar una decisión, pero sí es preceptivo. El Gobierno ha puesto la directa para estos indultos, con el apoyo de Unidas Podemos y dando concesiones a estos presos como el tercer grado. El catedrático Andrés Betancourt tiene claro que esto se corresponde a un paso más en la estrategia política que busca contentar a uno de los socios de Sánchez: “Responde a una operación dirigida a consolidar al presidente en su puesto, pero bajo el punto de vista jurídico estamos asistiendo a un disparate galáctico”, nos comentaba en La Mañana del Fin de Semana de COPE.

El Gobierno se ha encargado también de marcar los tiempos en este asunto evitando este tipo de debates durante, por ejemplo, la campaña a las elecciones de la Comunidad de Madrid. Esta postura trae consigo detractores incluso en las propias filas del PSOE.

¿Cuándo habrá una decisión firme? Sin poner fechas, Andrés Betancourt nos explicaba que todo esto va a tener bastante recorrido: “La decisión final la tendrá el Tribunal Supremo. Esto va a tener recorrido, tiene que elaborarse el decreto, publicarse y a partir de ahí se inicia el proceso de recursos. Los recurrentes tendrán un apoyo muy sólido ya que el informe publicado es demoledor”, nos asegura. Por eso mismo marcar unos plazos es complicado. Todavía quedan muchos interrogantes por resolver.