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Buenos días. Hemos llegado a 4 de septiembre. Sigues en compañía de La Mañana del fin de semana de COPE en un día con alerta amarilla por lluvias en las provincias de La Coruña y Pontevedra. En cuanto al tiempo, pocos cambios. Si vives en el País Vasco o en el norte de Navarra, comprobarás cómo suben las máximas y en el resto prácticamente igual.

¿Cuál es la respuesta que va a dar Europa al cierre del gasoducto Nord Stream 1? Es ahora mismo una de las preguntas que hay en el aire porque está en juego el suministro energético para este invierno. El suministro y el precio, que sigue disparado y que hay que ver cómo evoluciona a lo largo de la próxima semana porque ese conducto que va desde Siberia hasta la costa Alemana distribuía cerca del 40% del gas que consume Europa.

Con esos dos puntos sobre la mesa, el de la garantía del suministro y el del precio, se ha abierto el debate de si tenemos que dar plantón definitivo a Rusia, si podemos dejar de contar con el gas y tirar el invierno con las reservas con las que contamos. Todavía hay algo de margen hasta que llegue el frío más severo y ahora mismo los almacenamientos de Europa cuentan con el 87% del gas necesario para la calefacción de este invierno.

Pues es algo a lo que tendrán que responder los ministros de energía de la Unión que se reúnen el próximo viernes en Praga. De momento, todo se reduce a palabras y tratar de responder a Putin con mensajes más o menos directos. Paolo Gentiloni, es el comisario europeo de Economía.

En este asunto del suministro de gas parte con ventaja. No en la cuestión del precio, que también estamos sufriendo las consecuencias. En un año y medio a factura se ha multiplicado por cuatro y en algunos casos por cinco a la espera de que el 1 de octubre entre en vigor la rebaja del IVA que no va a dejar de ser un parche que, en ningún caso, va a compensar el alza del recibo.

Decimos que España parte con ventaja porque nuestra dependencia gasista de Rusia es una de las menores de Europa. Además, contamos con la cuarta parte de las regasificadoras de toda la Unión. En estas plantas se recibe el gas natural licuado que llega por mar en buques metaneros y se pasa de su estado líquido a gaseoso para después distribuirlo por la red de transporte hasta los consumidores finales.

Habrá que ver a partir de mañana lunes la evolución del precio del gas. De momento, lo que baja hoy es el de la electricidad, algo habitual en domingo. Esta vez lo hace de forma más acusada. Un 36 % más barata que ayer para situarse de media en 192,4 euros el megavatio hora (MWh), que es su precio más bajo desde el pasado 26 de junio.

Aun así, la luz, el gas, los carburantes, la energía general, siguen condicionando la elevada inflación, que es el gran problema de todos los gobiernos europeos, y muy especialmente el de España, con un IPC por encima de Alemania, Italia o Francia. Lo saben en el PSOE que ven con preocupación su posición en las encuestas.

Hoy el periódico El MUNDO publica un sondeo que da 45 escaños de ventaja al PP de Núñez Feijóo. Llegarían a los 137 que junto a los 46 de Vox, que sigue a la baja, permitiría alcanzar a la derecha la mayoría absoluta. De ahí esa campaña del PSOE que han bautizado como “El Gobierno de la gente”. El eslogan ha partido del ala socialista de la factoría de marketing de Moncloa, aunque perfectamente podría haber salido de PODEMOS o de cualquier partido populista.

Después de manosear el lema durante días -con actos y entrega de folletos por todas las provincias-, llegó el primer día con Pedro Sánchez como principal protagonista, como si de una gran estrella de rock se tratara. Eligieron Sevilla, no de forma casual, y todo salió según lo previsto. Todo lo que pudo controlar la organización fue un paseo glorioso del presidente. En cambio, en los momentos que no pudieron controlar desde la organización -como su entrada al mitin- tuvo que soportar NO un baño de masas -como le habría gustado-, sino un baño de realidad.

Pitos y abucheos, gritos de fuera, fuera, un cartel con el lema “que te vote Txapote” y el recuerdo de los 680 millones dilapidados por los dirigentes socialistas de la Junta en el escándalo de los ERE.

Desde Moncloa han vendido estos actos que van a celebrar de aquí a finales de año -van a ser una treintena- como una oportunidad para que la gente transmita a Sánchez sus propuestas sin intermediarios. Pero todo se redujo a un acto político sin más, a un mitin de los de siempre con presencia de los más cafeteros del partido y de otros llevados a lazo, que las elecciones municipales son en menos de nueve meses y hay que hacer méritos para estar presente en las candidaturas.

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Como al presidente no le gustan demasiado las críticas, bueno, mejor dicho, no le gustan nada, se permitió ironizar con los que le abucheaban.

¿De qué habló Pedro Sánchez en Sevilla? De la subida del salario mínimo, de la revalorización de la prestación de los 9 millones de pensionistas en función del IPC, la de los que más ganan y de las que menos ganan, de las rebajas fiscales para la luz y en octubre para el gas, aunque sin asumir que ha tenido que rectificar después de desoír durante meses la propuesta del PP. También habló de las regalías varias como la gratuidad del Cercanías o el bono cultural para los que voten por primera vez.

¿De qué no habló? De que España sigue a la cabeza del paro en la Unión Europea. Tampoco dijo nada de que nuestra inflación está por encima de la de Italia, Francia y Alemania. Y de lo que no dijo ni media palabra es sobre cómo va a gestionar el Gobierno de Sánchez el indulto de Griñán. Porque no hay muchas dudas de que van a tramitar el indulto y que la responsabilidad del ex presidente andaluz en el macrofraude de los ERE va a quedar aliviada por una decisión política.

Cumpliendo el guion de lo previsible, el presidente Sánchez reservó buena parte de su mitin para cargar contra el PP. Esa va a ser también la tónica de todos estos actos que han organizado.

Lo de organizar mítines es cosa de los partidos, aunque lo revistan de lo que quieran. Pero es que mañana van a utilizar el Palacio de la Moncloa para seguir con esta precampaña que va a durar casi nueve meses hasta las municipales y autonómicas. Hablan de un acto, el de este lunes, con un formato inédito, en el que van a participar 50 personas que nadie ha aclarado cómo han sido elegidas, pero que estamos seguros no va a ser ninguno contrario al presidente.

Entre todos los participantes podrán hablar seis, en principio sin preguntas directas al presidente, y después ya escucharemos a Pedro Sánchez que repasando lo que dijo ayer en Sevilla tengan pocas dudas de que será una copia. Lo que sí que se garantiza Sánchez es que en este acto de mañana en el Palacio de la Moncloa no le van a pitar ni abuchear.

Y hoy volvemos a hablar de una nueva operación fallida de la NASA. Por segunda vez esta semana, se ha visto obligada a suspender el lanzamiento de la nave Orión a la LUNA. Te hablo de la primera misión del programa ARTEMIS que como te hemos venido contando estos días, tiene el objetivo de establecer bases permanentes en nuestro satélite, aprovechar sus recursos e incluso servir como trampolín para futuras expediciones a Marte.

La fecha fijada para el despegue era el pasado lunes, 29 de agosto, pero un fallo en la refrigeración y numerosos errores mecánicos impidieron que el cohete saliese de Cabo Cañaveral. Desde entonces, los ingenieros trataron de solventar los errores y reparar todos los daños de la nave. Fijaron un nuevo lanzamiento para la tarde de ayer, con la esperanza de que ARTEMIS, la gemela de APOLO según la mitología griega, tuviese el mismo éxito que su hermano en 1969... Sin embargo, volvieron a surgir nuevos problemas. Carlos García Galán es el ingeniero responsable de la integración del módulo europeo de la nave Orión.

Una fuga que volvió a dejar en Tierra al cohete más potente que jamás ha construido el hombre. En concreto, con la potencia suficiente como para llevar al ser humano de vuelta a la Luna o incluso a Marte cuando sea necesario.

Mañana lunes lo vuelven a intentar y si el martes no lo han conseguido tendrán que aplazarlo a octubre.