Antonio Herraiz: "Tres presidentes en cinco años confirma una excepcionalidad permanente"

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El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la prórroga de los ERTE hasta el 31 de enero del próximo año. Después de semanas de duras negociaciones, in extremis, el último texto propuesto por el Gobierno ha contado con el apoyo, por unanimidad, de patronal y sindicatos. Como primera premisa, se prorrogan automáticamente los ERTE por fuerza mayor, es decir, derivada de la crisis del coronavirus. Se incluyen las empresas de la hostelería y el comercio que, en definitiva, es mantener la protección de los ERTE al grueso de los afectados. Este ha sido el escollo que ha encallado la negociación casi hasta el final y que habría dejado fuera a empresarios como José Antonio. Tiene un bar en la Plaza Mayor de Madrid, donde venden los típicos bocadillos de calamares. Heredó el bar de su padre y hay trabajadores que llevan con la familia más de 30 años. Su situación es crítica y sin la prórroga de los ERTE, como muchos otros negocios de España, estaría abocado al cierre. Esto nos ha contado este empresario: “Alguien les tiene que facilitar que esos trabajadores puedan ir al ERTE y cobren su prestación porque sino la decisión empresarial es de suma aritmética. Obviamente es tener que empezar a despedir. Y muchos de nuestros empleados son, en mi caso, algunos se van a jubilar el año que viene. Algunos empleados comenzaron a trabajar con mi padre hace 35 o 40 años”.
Por lo demás, el día después de la inhabilitación de Quim Torra, el ya ex presidente de la Generalitat ha seguido ventilando su victimismo. Esta mañana, ha visitado en la cárcel a sus compañeros condenados por el intento de golpe separatista. Todos rozan el indulto, que ya está estudiando el Gobierno de Sánchez. Después, Torra tiene previsto hablar con el fugado Puigdemont, que es el que realmente ha manejado a Torra como un títere desde Waterloo.
En la calle, de momento, tranquilidad, y un gran dispositivo policial en Cataluña que está preparado por si se repiten los incidentes de anoche, que, en todo caso, fueron localizados y nada que ver con lo que se vivió tras la sentencia por el intento de golpe. En este caso, afortunadamente, el “empujad” con el que Torra arengó a los suyos anoche, no ha tenido la respuesta que pretendía. ¿Hay novedades? Lo previsto. Torra recurre ante el Constitucional y pide la suspensión cautelar de la inhabilitación. No va a tener ningún efecto inmediato y en realidad es una maniobra de defensa para que el caso termine en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. De momento, el cese del presidente catalán no aparece publicado ni en el Boletín Oficial del Estado ni en el diario oficial de la Generalitat. Cuando se efectúe ese trámite, se activará el calendario electoral. La probabilidad de que se consensúe un candidato con una mayoría suficiente para ser investido presidente es baja, así que todo apunta a unas elecciones que se celebrarían el último domingo de enero o el primero del siguiente mes, el 7 de febrero. De momento, el vicepresidente Pere Aragonés, de Esquerra Republicana toma las riendas, con poderes muy reducidos, en una situación de excepcionalidad. Esto no deja de ser una redundancia en Cataluña. La deriva separatista en esta comunidad deja tres presidentes en cinco años. Dos inhabilitados por la justicia y otro fugado. Y un dato. Desde 2010, no se ha completado una legislatura en el parlamento de Cataluña.



