Antonio Herraiz: "El marrón de la organización del curso va a recaer en la dirección de los centros"

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Si hay algo de lo que se ha hablado muy poco en el plan de desescalada del Gobierno es de Educación. Hemos visto cómo han ido abriendo poco a poco los bares y lo hemos celebrado. Nos hemos ido de tiendas, nos hemos ido a comprar a todo tipo de comercios. Se está trabajando también en la inminente llegada de turistas extranjeros a España. ¿Y la vuelta a las aulas? Sólo unos pocos estudiantes han podido regresar ya al colegio, al instituto, y lo peor es que a menos de tres meses de que comience el curso, todavía hay muchas incógnitas sobre cómo va a ser el inicio del próximo curso.
Todavía hay muchas dudas, pero atentos a lo que ha avanzado la ministra de Educación hoy en la Sexta. Después de decir que sólo podrían acudir el 50% de los alumnos de cada clase, a Isabel Celaá le han preguntado si la vuelta después del verano será presencial. Y esto es lo que ha contestado la ministra: “Así será, es decir, absolutamente sí. Vamos a un curso bien planificado, bien organizado y desde luego cuyo principio es la presencialidad. Hemos pedido a todas las comunidades autónomas que los centros educativos en cada una de ellas optimicen sus espacios”.
Esto es un deseo, más que otra cosa. Porque hay que esperar a cómo va a ser septiembre. ¿Cómo se va a hacer este regreso presencial a las aulas? Sanidad y Educación están elaborando un documento que ya contempla algunas pautas. Hasta 4 curso de primaria, en las clases podrá haber un máximo de 20 alumnos. Pregunta. ¿Y el resto? ¿Hasta 25? Esto no lo aclaran y estas pautas son de momento una declaración de intenciones, que ya verá cómo terminan derivando el problema a los propios centros.
Ese documento preliminar avanza que los más pequeños NO tendrán que mantener la distancia de social ni usar mascarilla el próximo curso escolar por ser un grupo de convivencia estable. A partir de ahí, desde 5º de primaria y hasta bachillerato deberán reorganizar los espacios para que haya separación de al menos metro y medio entre las mesas. Esto así a priori, a la espera de leer la letra pequeña y que todo indica que le van a pasar parte del marrón a cada uno de los centros.
Por lo demás, dentro de una hora declara en el juzgado el delegado del gobierno en Madrid. Fiscalía y Abogacía del Estado han intentado, hasta el último minuto, que el delegado no tuviera que pasar por ese trance. Está imputado por autorizar las marchas feministas y todas las manifestaciones en los días previos a la declaración del estado de alarma. De que la causa prospere o se archive depende de la juez Carmen Rodríguez Medel, que arrastra no pocas presiones en las últimas horas.



