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Cerramos el 2019 en medio de una crisis diplomática abierta con Bolivia y de forma inesperada. Las autoridades de este país latinoamericano hablan hoy de colonialismo criminal por parte de España. ¿Qué es lo que ha pasado?

Pues un incidente de lo más extraño en la embajada de México en La Paz. Un incidente entre personal diplomático español y de seguridad con la policía boliviana y algunos vecinos de la zona que ha provocado que la ministra en Funciones de la diplomacia Española, Margarita Robles vaya a comparecer en el Congreso de los Diputados.

Hay un contexto que es necesario explicar para entender el follón que se ha montado.

Tras un pucherazo electoral, en Bolivia ha caído el gobierno de Evo Morales. En medio de las protestas, algunos de los altos cargos de Morales se fueron a pedir asilo a la Embajada de México. Como respuesta, el nuevo Gobierno (interino) de Bolivia ha intensificado la vigilancia sobre esa sede diplomática. Tampoco la relación actual entre el gobierno de Pedro Sánchez y el nuevo gobierno boliviano es la mejor tras la salida de Morales.

Pues bien, en este contexto se ha producido la crisis. Antes de ayer la encargada de negocios de la Embajada Española acudió al consulado mejicano, lo hizo en coche oficial y acompañada de personal de seguridad. Funcionarios que llevaba al rostro cubierto y supuestamente armados. En la entrada de esa embajada de México, la policía boliviana para a la comitiva española y hay algunas escenas de tensión.

El Gobierno boliviano da la versión de que los funcionarios españoles, en realidad, trataban de sacar de la embajada de México a los dirigentes del gobierno de Evo Morales que están allí asilados. Algo que por supuesto el Ministerio de Asuntos Exteriores niega.

El delegado ante la comunidad internacional del Gobierno interino de Bolivia, Jorge Tuto Quiroga habla de la relación Podemos con el régimen de Evo Morales y la tibieza del Gobierno de Pedro Sánchez con Venezuela o Cuba. Da toda la credibilidad a que los diplomáticos españoles trataban de sacar a los asilados en la embajada de México, entre ellos, el que fuera ministro de Interior con Evo Morales ahora acusado de sedición y terrorismo en su país. Quiroga tilda de “colonialismo criminal” la actitud de España y habla de funcionarios con “armamento pesado”.

Luego se ha suavizado la cosa y el actual ministro de Interior boliviano asegura que el Gobierno español desconocía lo que pasaba pero han pedido la expulsión de los funcionarios de la embajada implicados en el incidente.

PP y Vox están pidiendo explicaciones urgentes ante lo que ven como hecho muy grave y Exteriores asegura que la vista de la delegación española a la embajada mejicana fue exclusivamente de cortesía.

Menudo lío para terminar el año. Al margen de que la reacción de Bolivia pueda resultar más o menos sobre actuada, hablando de ataque y de colonialismo, conviene que lo que ha pasado quede claro. Habría que explicar si estamos ante una chapuza diplomática de grandes proporciones o si los funcionarios españoles se vieron en una especie de encerrona al salir de la embajada mejicana como sostienen fuentes de Interior a varios medios.

Habrá que esperar que el Gobierno Sánchez no de la callada por respuesta como viene siendo habitual desde que negocia con Esquerra. Al hilo de esto, este lunes podríamos estar ante un día clave, otro más.

Mañana se espera que finalmente la Abogacía del Estado anuncie su postura con respecto a la sentencia europea que reconoce a Junqueras inmunidad como eurodiputado sin haber tomado el acta. Muy en síntesis, la Abogacía, que depende del Gobierno, puede pedir que Junqueras siga en prisión o bien puede pedir beneficios penitenciarios o directamente que sea excarcelado.

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Esta última es la opción que espera el PSOE y que espera Esquerra para desbloquear la abstención en la investidura. Papelón el de los abogados del Estado.

En nuestro país, hay varias noticias que han llamado la atención en las últimas horas. Detenidos siete jóvenes entre ellos varios menores acusados de robar a un discapacitado y tirarle al río Segura. La historia que relata el denunciante es casi de película y la investiga la Guardia Civil.

Este chico asegura que se encontró con estos jóvenes en su localidad de Las Torres de Cotillas. Le ataron a un banco y después le engañaron para que les llevara a su casa y allí le robaron de todo.

Este hombre con discapacidad denunció lo hechos y según su versión unos días después, ya en este mes de diciembre, se encontró de nuevo con uno de los supuestos ladrones que le amenazó para que retirara la denuncia...

La cosa se tensó y acabaron metiéndole en un coche para llevarle al río Segura. Le pusieron al borde de un canal y le tiraron desde una altura de 5 metros al agua. Según su versión, allí le dejaron en pleno invierno y salió como pudo, nadando entre cañizos. Tuvo que andar 3 kilómetros en plena noche hasta encontrar ayuda... Hay que imaginarse en esa situación. El terror que pudo vivir esta persona. Lo que narra es casi como una película de Scorsese sobre la mafia.

Los detenidos están acusados de un buena retahíla de delitos; lesiones, robo con fuerza, detención ilegal, omisión del deber de socorro y homicidio en grado de tentativa.