El año está a punto de terminar pero con él se espera cerrar también una preocupación que ha reunido en en esta cumbre del clima a más de 200 países entorno a un objetivo en común: el cambio climático. Y en IFEMA, en esa cumbre del clima que España ha conseguido organizar en tiempo récord y que durará hasta el 13 de diciembre. Desde IFEMA hemos podido vivir en primera persona el ambiente y la vida que desprende ese recinto ferial.

Un ambiente que más allá de las reuniones oficiales, te trasporta a un espacio en el que poder escuchar, aprender y compartir. Sus rincones encerraban toda clase de proyectos que no cambiarán el mundo en dos días, pero que sí que aportan un granito de area muy importante en nuestra sociedad. Es la historia de que hay detrás de la voz de Gabriel Sáiz, Responsable del país del Movimiento Scout Católico que nos cuenta la unión de muchos grupos de España para fomentar la utilización de los recursos naturales como motor de energía. Su reto, Scout Solar, y su energía, el sol. Pretenden utilizar esta energía en los campamentos y así dar un ejemplo y normalizar su utilización a ojos de los más pequeños que depués serán capaces de traspasarla a su vida cotidiana y aprender a hacer sus propias herramientas con materiales reciclados y energías renovables. Todo esto nos lo cuenta mientras realizan un taller de linternas recargables.

Una cumbre que además de poner encima de la mesa las propuestas de los dirigentes y altos cargos por un futuro más verde, abre sus puertas a todos los visitantes grandes o pequeños que quieran acercarse a descubrir las necesidades que tiene nuestro planeta y los proyectos con los que poder aportar nuestro granito de arena.

El viento es otro de los grandes protagonistas, es el sonido de otra energía muy importante y que ha cambiado la vida de muchas familias en Perú. Descubrimos la historia de Nick Pickman, que siguió los pasos de Mikel Beker hace 12 años con el proyecto WINDAID, este valiente hombre de nacionalidad norteamericana dejó todo hace 8 años para construir unas turbinas eólicas con las que encender la vida de muchas personas entre las que recuerda a un pequeño niño.

Lo que mantiene vivo este proyecto es el ir de boca en boca. Una ONG que se sustenta a raíz de los voluntarios que van además de a aprender a vivir una experiencia única. Voluntarios como Pablo Botín un joven pamplonés que pretende acabar de desarrollar su formación como ingeniero industrial en Perú y ver como su trabajo tiene un impacto además de sostenible, humano.

Estas son algunas de las voces que dan vida a proyectos de concienciacion y de lucha. Proyectos por y para el cambio que podemos encontrar hasta el día 13 de diciembre en IFEMA. Porque donde cabe la lucha y la preocupación por un mundo más verde, también cabe la plenitud de sentirte partícipe de un gran cambio. ¿Y tú? ¿Te animas a participar?