En 1519, nadie había dado la vuelta al mundo. Pese a que muy poca gente ponía aún en duda que la Tierra era redonda, había mares y océanos por los que ningún europeo había navegado. Es aquí donde entra en escena Fernando de Magallanes. Un noble portugués de quinta fila, que propuso a la corona de su país abrir una nueva ruta a las Indias hacia el oeste. Los portugueses se negaron. Ya dominaban la ruta que doblaba África, y ejercían su control ante cualquier barco europeo que navegase por aguas que consideraban suyas. Así que Magallanes, imitando a Colón, le propuso el plan a la corona española.

Carlos I de España y V de Alemania estaba deseando encontrar una ruta hacia las islas Molucas para acabar con el monopolio de las especias que ostentaban los portugueses. Así que cuando Magallanes le propuso el plan, le puso al mando de 5 navíos y de 239 hombres con la misión de abrir una nueva ruta hacia las Indias Orientales.

Ya desde el primer momento la misión empezó con mal pie. La mayoría de marineros y capitanes de los barcos eran españoles, y no aceptaban que un portugués les diese órdenes. Después de más de 3 años, solo un barco volvería a Sevilla, y sin Magallanes, pero con Juan Sebastián Elcano al mando.

Conoce con Ángel Correas y Álvaro Echeverría las vicisitudes que vivieron los primeros 239 valientes que quisieron dar la vuelta a la Tierra. Como cuando remontaron el Río de la Plata pensando que ya habían llegado al extremo sur del continente. Como cuando Magallanes decidió pasar el invierno en la Patagonia y se enfrentó a un motín de sus hombres. Como cuando decidió entrometerse en las guerras internas en Filipinas y acabó muerto en una playa a manos del rey Lapulapu. O como cuando Elcano decidió volver a Sevilla desde Australia sin escalas y muy justos de comida. O cómo fueron recibidos en la capital hispalense los 19 supervivientes de los 239 que iniciaron esta increíble hazaña