En las últimas 48 horas los ojos de medio mundo han estado puestos en Vilnius, la capital de Lituania. Allí se ha celebrado la Cumbre de la OTAN. Esta no es una ubicación elegida al azar porque se trata de una ciudad clave y tiene un contenido simbólico muy grande, ya que está a solo 35 kilómetros de Bielorrusia, gran aliado de Rusia en el conflicto con Ucrania, que tiene como presidente a un títere puesto por Putin, Aleksandr Lukashenko.

31 jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza se han reunido en esta cumbre que sin duda ha sido histórica, pero también líderes invitados como el primer ministro sueco o el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Todos han estado presentes en una cita con varios acuerdos que van a ser claves: la luz verde a la entrada de Suecia en la Alianza, el anuncio de la futura invitación a Ucrania y la garantía de seguridad firmada por otros 15 países mientras no ingresen la Alianza. ¿Qué suponen estos acuerdos?, ¿cómo afectará a la guerra de Ucrania?

¿Una Cumbre de la OTAN "para la historia"?

Pedro Méndez de Vigo y Montojo, general de Brigada del Ejército de Tierra en la Reserva y asesor de Seguridad y Defensa en Llorente y Cuenca, analiza enLa Linterna si se trata de una cumbre histórica para la Alianza o si es una exageración: “La verdad es que la cumbre que fue realmente relevante fue la del año pasado en Madrid, porque la OTAN aprobó un nuevo concepto estratégico que es cómo la Alianza responde a las amenazas y los riesgos a los que se enfrenta”. Las cumbres se celebran cada dos años, por lo que esta cumbre es excepcional debido a la situación en Ucrania, por lo que ha sido “necesario dar una señal al mundo de cohesión” en uno de los países que más amenazados se ha sentido por la invasión de Rusia.

El general de Brigada explica cuál considera, de todos los acuerdos alcanzados, que será el más importante: “Creo que esta cumbre será recordada por el ingreso de Suecia y Finlandia porque son dos países con una larga tradición neutral”. Pedro destaca que “es muy significativo” que esta decisión se tome justo después de la invasión de Rusia a Ucrania, que “supone un reconocimiento de la Alianza para la seguridad del continente”. De esta forma, dos países que formaban parte de la Unión Europea, pero no de la OTAN, ya forman parte de las dos organizaciones.

"No tiene sentido que Ucrania ingrese en estos momentos"

En el caso de Finlandia, se trata de un país que tiene 1.300 km de frontera terrestre común con Rusia, lo que hace que su ingreso en la OTAN haya “duplicado la magnitud de la frontera terrestre que actualmente tiene la Alianza Atlántica con Rusia, por lo que es muy relevante”, señala. Por otro lado, en cuanto a la promesa de una futura invitación a Ucrania, esto no puede ser inminente debido a que el conflicto tiene, todavía, un final incierto: “No puede ingresar en la Alianza porque la clave bóveda es el artículo 5 de la Defensa Colectiva que obliga a todos los países -en el caso de que uno sufra una agresión-considerarlo como propio. Por lo que no tiene sentido que ingrese un país que está en guerra en estos momentos”.

El asesor de Seguridad y Defensa destaca los tres factores principales que determinan el curso de los acontecimientos en una guerra: “El tema demográfico -cuál es la capacidad humana para hacer frente al conflicto-, los recursos y el territorio”. El problema con los recursos, puntualiza, es que “Zelenski no depende de sí mismo, depende de occidente, cosa que no es el caso de Rusia, por lo que Zelenski necesita tener unas garantías” que le permitan continuar.