En la comarca de Los Monegros, en Zaragoza, trabajan desde hace 42 años las máquinas de la empresa Agromonegros. Se encargan de producir semilla de cereal, a través de un proceso de selección y mejora. Para ello, elaboran sus propios planes para adaptar las semillas a los parajes de la zona.

Pero además, la empresa cuenta con un laboratorio de innovación que produce las semillas del futuro, aquellas que no dependen de las condiciones climáticas. El reto más inmediato, es que sean semillas que aguanten la sequía, pero para ello, se necesita inversión. Arancha Grande es ingeniera agrónoma de la empresa y dice que “desde que empezamos a investigar hasta que materializamos la semilla, pueden pasar de 8 a 10 años”.

“Ahora todo es más complicado, nos han subido todos los costes. Lo que menos, el transporte, un 20%. Pero la materia prima ha subido un 60% y la energía un 100”, dice Fernando Bagüés, gerente de Agromonegros. “Nos ha subido hasta el papel de este catálogo y además, es un bien escaso. Tienes que avisar con tiempo para que los impriman porque si tardas, a lo mejor te quedas sin él”. Bagüés asegura que la subida de precios no es de ahora, sino que los envases y los plásticos empezaron a subir con la pandemia.

Los desafíos de la nueva PAC

A la crisis de los costes se suma la sequía, y la nueva PAC. “Nos han dado unos requisitos que tenemos que cumplir a 30 días de sembrar”. Además, dice el gerente que el plan que tiene que entrar en vigor ahora se redactó en Europa hace cinco años, cuando no pasaba nada de lo que está pasando ahora. “¿En beneficio de quién y de qué va esta PAC? Lo que necesitamos ahora es producir más para depender menos del exterior, y esta política dice todo lo contrario”.

A largo plazo, a Bagüés, como empresario, le preocupan los costes financieros. “Suben los tipos de interés, el euribor, y el precio del dinero. Esos problemas se van a enquistar. Y lo peor es que no solo se nos enquistan a nosotros, sino también a nuestros clientes”.