'Pazman. Una ficción histórica de quienes lucharon contra ETA' no es sólo una novela que transcurre en el País Vasco en la década de los 90, Es la historia de los hombres y mujeres del Proa 5.6 del Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) de Bilbao. “Años de sacrificio, de escasos sueños, de dormir poco, de vivir entre atentado y atentado de ETA”, explica Ángel Expósito.

El autor de la novela es el coronel José Ángel 'Coque' Astillero que reconoce que si ha escrito la novela “es por algo”. “No puedo olvidar y he querido que todo lo que viví, que todo ese sacrificio de guardias civiles quedase ahí escrito”, explica en los micrófonos de COPE

“Yo hace 20 años no podía haber escrito Pazman por una cuestión de respeto a las víctimas”, asegura. Para el coronel, lo fundamental es el respeto a las víctimas por lo que, mantiene, “no podría escribir sobre el dolor reciente”. “Sólo cuando pasó un tiempo prudencial consideré que esas herida podían empezar a cicatrizar, desde el respeto, escribí sobre esto”.

La ironía del Pazman

Pero, ¿de dónde viene el título de 'Pazman'? El propio autor lo explica: “Pazman fue un cartel electoral del entorno de ETA en 1989 en el que mostraban la figura de un Batman con tricornio, en una especie de parodia”, explica.

“Apunto en el libro que los diseñadores abertzales acertaron, pero en las antípodas de su pretensión. Porque fue precisamente la Guardia Civil quien llevó la paz al País Vasco, pero es cierto que pagamos un precio muy alto”, concluye.

El protagonista de la novela es el teniente de academia, Manel Queralt, que acaba de cumplir 26 años al arranque del libro. Este es destinado en el País Vasco al Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) en la década de los 90. La historia del teniente Queralt en el País Vasco arranca con el asesinato del guardia Francisco Jurado Pacheco, que es víctima de una bomba lapa colocada en los bajos de su Opel Corsa.

Un tercio de los muertos que causó ETA eran de la benemérita, recuerda el director de La Linterna, mientras que el coronel subraya que “la vida de un Guardia Civil valía lo mismo de ese presunto yonki que mataba ETA. Mataron a 900 personas, 900 héroes por la libertad”.