Cientos de vecinos de Gijón acuden a Rafa para comer cada día: "Personas con ingresos y vivienda vienen, pero nos preocupa más el creciente número de jóvenes"
La Cocina Económica de Gijón, con más de un siglo de historia, se enfrenta a nuevos perfiles de pobreza, una realidad que también se vive en barrios como Vallecas
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En la calle Mieres número 17 de Gijón, la Cocina Económica abre sus puertas cada día. Su director, Rafa Piñera, lidera a un equipo de profesionales y voluntarios que ofrecen no solo un plato de comida, sino también refugio y compañía. Actualmente atienden a unas 50 personas que viven en sus proyectos y a otras 300 que acuden al comedor y otros servicios.
Nuevos rostros de la vulnerabilidad
Piñera explica que la vulnerabilidad puede afectar a cualquiera tras la pérdida de un familiar, un trabajo o una enfermedad. "Cualquiera de nosotros, como nos vengan mal dadas 2 o 3 cosas en la vida, somos vulnerables", afirma. La entidad, que pertenece a la Asociación Gijonesa de la Caridad, ha observado un cambio en los perfiles de quienes acuden en busca de ayuda.
Hay personas con ingresos y vivienda que vienen, pero nos preocupa más el creciente número de de jóvenes"
Director de la Cocina Económica
Aunque siguen atendiendo a personas con dificultades para acceder al mercado laboral, el director muestra su inquietud: "Hay personas que, incluso teniendo algún ingreso, algún tipo de ingreso, e incluso vivienda, no es suficiente. Sí que nos preocupa el creciente número de de jóvenes, muy jóvenes". Esta realidad evidencia que las dificultades para llegar a fin de mes son cada vez más extendidas.
Más que un comedor
La Cocina Económica, con una historia que se remonta a finales del siglo XIX, no es solo un comedor. Ha evolucionado para ofrecer albergues, ropero, duchas, talleres e incluso un dentista. "La comida es fundamental y es esencial, pero también es un lugar de encuentro donde se generan otro tipo de oportunidades", señala Piñera. Para quienes no pueden acudir, ofrecen táperes para que puedan comer en sus casas.
El pilar de su labor es la acogida personalizada, un acompañamiento integral que busca generar un vínculo. "Cómo acogemos, cómo miramos, cómo generamos el vínculo con las personas. Cómo no juzgamos, sino que intentamos escuchar, entender, atender", destaca el director. Este enfoque demuestra que el hambre actual es síntoma de un problema más profundo de exclusión en la sociedad.
Esta labor imprescindible en Gijón es un reflejo de las diferentes caras de la pobreza que el programa La Linterna de COPE ha explorado. Otra de estas historias se encuentra en Madrid, en la parroquia San Juan de Dios de Vallecas, que se ha convertido en un referente de ayuda y esperanza.
Una pequeña ONU en Vallecas
En el humilde barrio de Vallecas, esta parroquia se ha convertido en un motor de ayuda para cientos de familias. Liderada por la energía de Jessica Álava, una voluntaria colombiana, la organización reparte cerca de 22.000 kilos de comida cada mes. "Aquí te puede llegar una persona que puede estar durmiendo en la calle o una familia con un hijo enfermo en una infravivienda", explica Jessica sobre la diversidad de perfiles que atienden.
Te puede llegar una persona durmiendo en la calle, como una mamá con una niña de 14 años que lleva un mes aquí"
Colombiana voluntaria en el reparto de alimentos de la parroquia San Juan de Dios
Jessica, que en su día también recibió la ayuda de esta parroquia, ahora es el motor que impulsa el reparto de alimentos. El objetivo, según sus propias palabras, es que las personas a las que ayudan puedan "volar", es decir, que logren una vida e inserción social digna e íntegra. Este es uno de los muchos testimonios de superación recogidos en el barrio.
Una de esas historias de superación es la de Kimberli, una mujer venezolana que llegó a España en 2022 con su marido e hijo. Tras vivir en condiciones muy precarias, hasta el punto de querer regresar a su país, encontró en la parroquia una familia. "Me dieron una acogida maravillosa, esta parroquia se ha convertido en otra familia para mí", recuerda.
Kimberli, voluntaria en San Juan de Dios
Gracias a la ayuda con una casa de acogida y alimentos, la vida de Kimberli cambió. Consiguió los papeles, encontró trabajo y su hijo se integró felizmente en la comunidad. Ahora, como voluntaria, intenta "hacer que ellos siempre vean el vaso medio lleno y no medio vacío", devolviendo la esperanza que un día recibió.
La música y la fe son la fuerza de Georgiette, una madre soltera senegalesa con tres hijos que superó un cáncer de mama. Su voz ha encontrado un lugar en el coro de la parroquia, donde canta junto a sus hijos. "Cada vez que les veo así cantando conmigo es como un sueño hecho en realidad", confiesa emocionada.
Georgiette se acercó a la parroquia buscando ayuda para comprar leche para sus hijos y recibió mucho más. "Me han ayudado más de lo que yo pedía", agradece. Su historia, como la de Kimberli y Jessica, es un ejemplo de cómo la fe y la solidaridad pueden reconstruir vidas.
El Padre Alberto, párroco de San Juan de Dios, destaca la diversidad de la comunidad. "La comunidad es muy diversa, muy latina, y eso hace que los que vengamos de afuera nos sintamos en casa", explica. En esta pequeña ONU de Vallecas, muchas personas que recibieron ayuda se convierten después en voluntarios, creando una "gran cadena" de solidaridad.
Más caras de la pobreza
La pobreza continúa creciendo en España, según el informe FOESSA de Cáritas. Cada vez más familias de clase media se ven arrastradas hacia la pobreza y la exclusión debido al aumento del precio de la vivienda y a trabajos que no ofrecen estabilidad. Más de la mitad de quienes acuden a Cáritas tienen empleo, aunque no les permite salir de la exclusión. La precariedad laboral afecta casi a la mitad de la población activa.
Son 4,3 millones las personas en situación de exclusión severa en nuestro país, y un tercio de ellas son menores. Con 2,3 millones de niños afectados, España registra la tasa más alta de pobreza infantil en toda la Unión Europea, según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza.
A comienzos de octubre se publicó la exhortación del Papa León XIV, Dilexi Te, en la que reflexiona sobre el amor a los pobres. El texto recuerda que la pobreza tiene muchas caras: falta de recursos materiales, fragilidad personal, aislamiento social e incluso nuevas formas de pobreza más difíciles de detectar.
El informe FOESSA advierte de que España vive un punto crucial en materia social. Por este motivo, los comunicadores de COPE recorrerán el país para entender mejor esta realidad, recoger testimonios directos, ofrecer propuestas y transmitir esperanza a través del especial ‘Todas las caras de la pobreza’. Este espacio mostrará la complejidad de la situación y la diversidad de personas afectadas.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.