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Enseguida te cuento los detalles de la siguiente fase de las medidas contra el coronavirus en Madrid y en otros puntos de España, por cierto. Y te cuento el enésimo enfrentamiento entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid. Y los últimos datos, claro, pero antes, déjame un apunte sobre lo acontecido hoy en Barcelona.

Ya sabes... entrega de despachos a los nuevos jueces. Seguramente, el día profesional más importante de sus vidas... y sin el Rey. Porque el Gobierno de España utiliza la Jefatura del Estado como un cromo más ante Batasuna, ante Junqueras... Todo hacia la republiqueta de Pablo Iglesias.

Escucha a Cristina Menéndez. Es la nueva juez número uno de esta promoción. Ha estado impecable.

Ya, ya sé que no hay nada que haga que a este Gobierno se le caiga la cara de vergüenza... pero... ¿esto tampoco?

En medio de este carajal --¿Qué será lo próximo que nos tienen preparado Pedro, Pablo y el Maquiavelo Iván Redondo?-- en medio de este suicidio colectivo como nación... he tenido la suerte de hacer una pausa. Al menos, durante un par de horas... desconecté.

Y eché un capote en la presentación del nuevo ensayo de José Antonio Marina... "Proyecto Centauro". Editorial Edelvives. Acto en la Fundación Botín.

Así que sí... Agradecí el paréntesis. Porque pudimos hablar de cosas importantes. De futuro y en profundidad. En ocasiones, con esa sensación de brindis al sol, porque ya se sabe... hablar de educación en esta nuestra España es como tocar el violón o contar nubes, que decía el otro genio.

En su proyecto Centauro, el filósofo José Antonio Marina habló de la importancia de la cultura y de la memoria y de los valores como ejes fundamentales en la formación del individuo. De un ser humano que será quien nos gobierne dentro de 30 años. ¿Cómo se forma a ese individuo en pleno siglo XXI?

¿Cuáles son los riesgos, los precipicios, las ventajas, las virtudes?

La clave: compaginar y formar en la ética y la moral a la vez que en la tecnología, las matemáticas... Y todo ello con la inteligencia artificial como inmenso y vertiginoso telón de fondo.

Hablaba José Antonio Marina en su proyecto Centauro de un programa para 30 años. ¡Cuán largo me lo fiáis!, querido profesor --le dije-- en un país como este, con 17 sistemas educativos más el de Ceuta y Melilla.

Aún así, el filósofo Marina habló de la Areteia como camino hacia la excelencia y la felicidad a través de la educación.

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Absolutamente prohibido, permítanme el consejo, prohibidísimo perdérselo o, al menos, indagar y pensar en ese proyecto Centauro. El deseo de la buena educación para esta generación. Desde aquí... a 30 años.

Imagínate. Sales de hablar de estas cosas, de pensar con optimismo y te estampas en la cruda realidad. Te empotras en la cabecera de aquella revista histórica: La actualidad española.

Y vuelvo a esta normalidad idiota, como la calificó aquí mi amigo David Summers de los Hombres G, y me veo a Rufián y a Torra y a Puigdemont... desco... despiporrándose al ver el sillón vacío del Rey hoy en Barcelona. Pensando... otro pasito más que simbólico contra estos españolazos.

Y me veo a los Pujolone, con los manguitos contando billetes, esos billetes que nos robaron durante años a ti y mí... y a papá Jordi y a doña Marta... diciendo aquello de "Vaya a la merda". ¿Te acuerdas?

Y mientras unos se desco... despiporran y los otros cuentan tu dinero... me imagino a los nuevos representantes del Estado cansados de pasarse toda su juventud estudiando... para que un Gobierno vicepresidido por un chavista se mofe de ellos.

En cierta ocasión, alguien muy arriba de la Judicatura me dijo que el principal e histórico error de España ante el proceso independentista fue el abandono, la inacción y la ausencia del Estado en Cataluña.

Y me recordó que lo único que quedaba del Estado en Cataluña era el Poder Judicial. Los jueces y los fiscales.

Los mismos altos funcionarios y altos representantes a los que hoy, el Gobierno de España ha despreciado, ha minusvalorado y ha vendido ante los golpistas, los batasunos y el chavismo.

¿Cómo ha dicho la número uno de esta promoción?

Se llama Cristina Menéndez, tiene 27 años, nació en Pamplona. Hija de un periodista y una fiscal. Su abuelo fue fiscal jefe de Navarra y sus tíos son jueces en Cataluña. Licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza, empleó dos años y medio en aprobar la oposición.

La número uno de la 69 promoción ha realizado las prácticas en Madrid y la de sustitución en Gernika (Bizkaia). Su primer destino será el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona).

Sí, señoría. Eso se llama honor y dignidad.

Y ahora, termino casi como empecé: te cuento el último tuit que ha publicado, hace unos instantes, Pablo Iglesias: "Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art.1.2CE: La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado".

Y esto lo dice el chavista, el alumno aventajado y el que se trajo la pasta de Venezuela. Y se la sigue trayendo con su tele de Irán. ¡Tócate...!