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Voy a intentar hacer un análisis objetivo --lo más que pueda-- de la situación y el ambiente político que rodea esta campaña electoral del 4 de mayo.

Ya sé que la objetividad absoluta no existe... pero que hay que tender hacia ella. Así que vamos a mirar hacia Vallecas con calma. Hacia este barrio del sureste de Madrid que, aunque se les llene la boca, estos pseudo progres NO conocen.

Pero yo... sí. Es más, en los últimos tiempos, que recuerde, he hecho cuatro programas ahí: con Save the Children, recorriendo la avenida de la Albufera, en una cola del hambre con el padre Gonzalo y en un hogar de la Fundación Madrina pegadito al campo del Rayo junto a la comisaría.

Yo... sí. Ellos... no, porque no se atreven.

1.- Seamos sinceros: a Podemos le encanta la bronca. A Echenique, Ione Belarra, Irene Montero y al macho alfa les encanta movilizar a sus súbditos y súbditas. Es de primero de manipulación. Y cuanto más débiles, dependientes y manipulables sean sus huestes, mejor. Con violencia en la calle (eso sí, ellos bien rodeados de escoltas), se sienten en su salsa y en su "revolusssion...".

¿A que así se entiende mucho mejor por qué quieren controlar la educación?

2.- La emoción del policía pateado. Recuerda, fue durante aquello de Rodea el Congreso.

No hay más preguntas, señoría.

3.- ¿Qué hay detrás del grito "A por ellos como en Paracuellos"? Más allá de que esa banda no sabe qué pasó en Paracuellos, lo que destila esa gente es odio. En pleno siglo XXI, en un país de Europa como es España, esa turba de chavales violentos destila ODIO.

Y no sólo pasa aquí en Vallecas. ¡Ojo! Esos ultras proliferan por todas partes. Los batasunos de la kale borroka son eso, los macarras de la plaza Urkinaona en Barcelona son eso y los "colgaos" de ayer en Vallecas son eso: "Ultras" manipulados y pastoreados para el interés del señorito feudal.

4.- Sobre la libertad. Anoche me dieron las tantas viendo un documental en La 2 de TVE sobre la vida y la muerte de Magda Goebbels. Y recordé cómo en Polonia, saliendo del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, una señora polaca me explicó el indescriptible horror nazi y el peor aún horror comunista de Stalin.

El problema es la libertad. Un buen comunista, ya sea maoista, leninista, troskista o chavista... no soporta la libertad.

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5.- ¿Jóvenes Antifascistas? ¿Qué estamos haciendo: llamar fascistas a los de enfrente?

¿De verdad alguien puede pensar que los votantes de Vox son todos neonazis, fascistas, millonarios y seguidores de Mussolini?

6.- ¿Quién provoca aquí? ¿Abascal u Otegui? ¿Rocío Monasterio o la tal Ione Belarra?

Otra pregunta. ¿Tú (o ellos, si lo pensaran bien) con quién te quedas? ¿Con Ortega Lara o con Torra? ¿Con Ortega Lara o con Rufián? ¿Con Ortega Lara o con Txapote?

¿Quién provoca aquí: Abascal o un asesino suelto, premiado por el Gobierno y homenajeado en su pueblo?

7.- ¿Y aún esta panda le compra el discurso? ¿Le compran el discurso a un tipo rodeado de policías con el chaletazo custodiado por la Guardia Civil 24/7? Con niñera alto cargo del ministerio de su mujer.

Ese tipo de líderes no tienen límite en su cinismo... y presumen de ello. El problema lo tienen quienes les compran, comprenden, aplauden y se tragan ese cinismo.

8.- ¿De verdad valió la pena aquel abrazo falso y mentiroso por mantenerse en el poder, Pedro?

¡Ojo! ¡Ojito! Porque ese abrazo es perfectamente repetible. No creo que nadie tenga duda de que si suman Gabilondo, Errejón y Pablo Iglesias gobernarán Madrid.

9.- Con la mano en el corazón. De toda esa chusma que sale en la foto pateando a un policía ayer en Vallecas, de todos esos, ¿a cuántos de estos revolucionarios contratarían Pablo e Irene para limpiarles la piscina del casoplón?

¿A que no meterían a ninguno en el jardín del chaletazo del millón de euros?

y 10.- ¡AH! Y MI POSDATA...

¿Te imaginas qué hubiera ocurrido durante este último año de nuestras vidas si este desastre de la pandemia hubiera ocurrido con un Gobierno de derechas?

¿Te imaginas las calles de media España, a los sindicatos, a los líderes de Podemos movilizando a sus hordas ante los seis millones de parados o los 107.000 muertos?

Y el quid de la cuestión: Otegui, Rufián... y Pablo Iglesias. ¿De verdad Pedro Sánchez sigue sin darse cuenta de con quién pactó el Gobierno de España?