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De hoz y coz en la precampaña electoral. De aquí al 28 de abril cójanse los machos, y después las municipales, autonómicas y europeas un mes después. Dicho de otro modo, España se paraliza de facto. Digamos que más todavía, desde ya hasta dentro de tres meses, por lo menos. Primer fin de semana de precampaña y ya podríamos hacer algunas lecturas de cómo se están posicionando los principales actores.

Sánchez y el discurso de la moderación. cuanto menos sorprendente, aunque la estrategia tenga toda la lógica. Otra cosa es que la mayoría del electorado se lo crea. Porque lógicamente, Sánchez tiene que vender que él es el moderado y el socialdemócrata de toda la vida, como Tony Blair. Pero cabría recordar un par de fotos de estos últimos tres meses.

Pedro y Pablo en el salón del Palacio de la Moncloa pactando los presupuestos y el propio Sánchez en Pedralbes con Quim Torra. Eso sí, con un funcionario poniendo una flor de pascua con hojas rojas junto a las flores amarillas. Todo un detalle. ¿De verdad se puede vender moderación con la mochila cargada de quienes apoyaron la moción de censura hace sólo ocho meses?

Podemos. No creo que nadie pueda mantener serianente que Sánchez se  ha hecho con los votantes de podemos. Seamos serios. Los de Pablo Iglesias, Monedero y Echenique están en caída libre por sus propios méritos o deméritos.

Ellos solos se han ido a vivir al casoplón de Galapagar, como ellos solitos se llevaron la pasta de Venezuela. A mí me da, llámame mal pensado, que Pablo Iglesias se ha cogido la baja de aquella manera. Lo que ha hecho ha sido quitarse de en medio tras el ridículo de Errejón. Otro que tal baila. Ahí tienes al de las comidas diarias de la mano de Carmena, como el nietecito ideal.

Interesante el anuncio de acuerdo entre ciudadanos y UPyD en las listas del Parlamento Europeo. Para muchos un movimiento lógico que ya debieron acometer hace cuatro o cinco años los de Albert Rivera y los de por entonces Rosa Díez.

El Partido Popular tiene una posición complicada, y un calendario aún peor.  Porque Pablo Casado acaba de llegar tras un proceso sucesorio traumático y muy complicado. Y porque desde dos vértices tiran a la vez, del programa del PP. Me refiero a VOX por un lado y a Ciudadanos por el otro. 

Digamos que el PP ha de posicionarse en el centro entre ambos, o en la derecha moderada entre el centro y el extremo. Sea como fuere, Pablo Casado tiene que hacer equilibrios. Y aquí radica el quid de la cuestión del día después de las elecciones generales: "si tu fueras independentista. ¿A quién  preferirías en la Moncloa: a Pedro y Pablo Iglesias o a Casado y Rivera?"