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El presentador de 'La Linterna', analiza la relación entre España y Francia.

La historia se repite, cada X años los franceses hacen el pellizquito de turno al Gobierno de España, el que esté para demostrar y gratificar aquello tan cínico y tan falso de la tradicional amistad hispanofrancesa.

La penúltima: el mitin de Puigdemont en Perpiñán, al otro lado diciendo aquello de “ya estamos en Cataluña”, JÁ. Pregunta a Puigdemont, Torra, Rufián y Otegui: ¿A que no hay para convocar un referéndum per la independencia en el departamento de Languedoc Rousillon o en Aquitania lo que los nacionalistas vascos llaman Iparralde?

 Digo que repetimos la historia porque, hasta hace bien poco, aquello era el mal llamado santuario etarra: los terroristas vivían como pachás en San Juan de Luz, en Hendaya; cruzaban a España, mataban y volvían otra vez a dormir tranquilamente en suelo francés. ¿Hasta cuándo? Hasta que Francia vio que Batasuna iba a implantar ikastolas y dijo “ah no, entonces no”.

El análisis de Ángel Expósito sobre la visita de Puigdemont

En X años, nos pasa lo mismo, reclamarán y Iparralde que en realidad son la Aquitania y se acabó. Y la Guardia Civil pisó suelo francés. Ahora estamos en las mismas. Piensan que estos son unos lunáticos, cuando vean las orejas al lobo pararán y se acabará el procés independentista, al menos en los Pirineos.

ETA terminó cuando Francia vio las orejas al lobo y permitió a la Guardia Civil trabajar en suelo francés. Ahora, Francia dejará de pellizcar con los independentistas catalanes cuando vean peligrar su "grandeur".

Mientras tanto, la tradicional amistad hispanofrancesa, pellizquito, sufre que menudos somos nosotros.Y así es, entre los amigos y los lunáticos: la historia de España. Es lo que tiene la tradicional amistad hispano francesa: "C'est la vie".

¿Te lo imaginas al revés? ¿Te imaginas una manifestación de independentistas corsos en Irún o en la Junquera apoyando que bandas organizadas de violentos y macarras arrasen el centro de Paris o de Lyon?