Por muy chulo que se ponga el Ministro José Luis Ábalos cuando le preguntan por su reunión secreta con la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez; por muy cínico que sea el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; por muy vergonzosa que sea toda la pasta que se llevaron tanto Pablo Iglesias como su séquito del régimen chavista... por muchas filigranas y aspavientos que hagan... el error y la actitud del actual Gobierno de España para con Guaidó y para todos los venezolanos es una absoluta vergüenza. Un error infinito. Un error para la historia, y no solo desde el punto de vista diplomático, que eso puede ser más o menos temporal, sino desde el punto de vista histórico.

España para Venezuela y los venezolanos para España han sido mucho más en la historia reciente que un problema político o colonial. Aquello es una narcodictadura, una masacre de su propia gente. España, solo por nuestra lengua común y por los lazos que nos unen a Venezuela, tendría que estar liderando en la Unión Europea el futuro, la salida y la reconciliación, sobre todo de la oposición al régimen chavista.

Señalar que no solo no apoyamos a esa gente por razones históricas y por pura humanidad, sino que el número dos del Partido Socialista Obrero Español  --lo del ministro de Transportes es una broma-- se reúne con la brazo derecho de Nicolás Maduro.

Es una vergüenza. Por mucho que disimulen. España no tiene derecho a tratar así a los venezolanos que se están muriendo como las ratas por un régimen bolivariano absolutamente catastrófico.