Ángel Expósito: "¿Cómo van a decir los padres a los hijos que estudien cuando saben que les va a dar igual?"

La educación, estúpido, es la educación. Más todavía en un año como este no deberíamos olvidar que la crisis económica, el mercado de trabajo, la salud, la solidaridad, la violencia machista... todo ello tiene un denominador común y es la educación.

Por eso sorprende, a mí por lo menos, que en este país (o lo que queda de él) estemos empeñados en suicidarnos poco a poco, generación a generación, ley educativa a ley educativa.

Lo último que hemos conocido del desarrollo de la ley Celaá es que se podrá promocionar, pasar de curso, en primaria, secundaria y bachillerato con hasta dos suspensos. Y que es cuestión de la madurez del alumno. Me surgen un montón de preguntas y ahí van algunas de ellas: ¿dónde queda la exigencia y el esfuerzo? ¿Cómo se le va a pedir a un chaval que estudie si puede apartar una o dos asignaturas y le va a dar lo mismo? ¿Alguien se ha puesto en el lugar de los maestros y de los profesores que no van a poder exigirle que estudie lengua y matemáticas a quien se resista a lengua y matemáticas?

Con los padres tengo una doble cuestión: ¿cómo van a decir a los hijos que estudie cuando sabe que le va a dar igual? ¿Y el padre que se presente el final de curso y diga que su hijo es muy maduro? ¿Cómo se defiende lo contrario?

A mí me da que esto favorece a los ricos. A quien pueda pagar colegios exigentes, "de élite", que es quien tiene dinero para hacerlo.

Y por último, si tú fueras un chico o una chica de esta generación, ¿a quién votarías dentro de un año o dos? ¿A quien te lo regala o a quien te lo exige? No sé, piensa mal y acertarás. La educación, estúpido, es la educación.