Desde esta impresionante vista de Bogotá... se valora muy especialmente el vértigo (si no el miedo) a la falsa revolución bolivariana.
Datos: Más de 6 millones de venezolanos han huido de su régimen chavista en los últimos años. De estos se calcula que Colombia habría acogido alrededor de tres millones de personas aunque oficialmente se reconocen dos millones.
Desde aquí arriba se ve perfectamente cómo se viste de revolución lo que en verdad es la expansión de un régimen comunista readaptado, con todo su populismo, para toda Iberoamérica.
Lo que se vende (a quien se lo quiere comprar, como Podemos) como un espíritu revolucionario es, en verdad, un intento de expansión ideológica y económica fomentado desde Cuba de la mano del régimen chavista y con sucursales en Nicaragua, Perú Argentina (de aquella manera). Y con Colombia en el punto de mira.
La diáspora venezolana, vista desde aquí arriba, es un proceso de degradación de la propia inmigración. Primero salieron los pudientes y ahora huyen hacia aquí los más pobres generando un brutal fenómeno de miedo, delincuencia y xenofobia.
No. El chavismo no es una revolución. En este 12-O, día de la Hispanidad, merece considerar el peligro de este fenómeno de expansión ideológica que incluso se compra en nuestro Consejo de Ministros.