El equipo de 'la Linterna' se ha desplazado hasta el colegio Francisco Javier, a unos 20 kilómetros del centro de Yamela. Las clases estás repletas de pupitres de madera y hierro, algunas tienen ventiladores pero no siempre funciona la electricidad. Estas clases son gracias a la Fundación Ramón Grosso, al padre Camille y a la ayuda que llega desde España.

''Quisimos crear la Fundación en honor a mi padre'' explica Ramón. Desde pequeño veía como sus padres ayudaban a los más necesitados. ''Es algo que tenemos muy interiorizado los hermanos y no nos cuesta nada''. Hace cuatro años empezaron con 300 niños y actualmente son 1.400, aunque el periodo de matriculación no está cerrado aún. ''Siguen entrando niños afortunadamente''.

''El futuro pasa por la educación''. Cuenta Grosso. La labor de la Fundación es darles las herramientas para que los niños consigan lo que quieran ser. Ramón explica que el deporte es válido y eficaz como manera de educar a los niños. ''Es vital para su desarrollo'', ''lo que conseguimos es que los niños se diviertan''.

Silvia García se encarga del gimnasio del colegio y entrena a los niñas. ''Es una inscripción libre para todas ellas''. Silvia ha formado a dos chicas de 13 años para que dirijan un entrenamiento. ''Estas niñas son consideradas adultas, incluso perfectas para casarse. Estamos muy en contra''. Se centran en las niñas por las pocas posibilidades que tienen. ''Fue el padre Camille el que me animó''.''El deporte te aporta unos valores y la gimnasia rítmica te pone al límite'' explica Silvia.