Aurora García Moreno, neuropsicóloga: "Para los jóvenes, el esfuerzo que se requiere en el trabajo no compensa con las expectativas que se tienen"
Cada vez más jóvenes españoles buscan un futuro laboral fuera de nuestras fronteras, una decisión que a menudo conlleva un alto y desconocido coste emocional
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Casi tres millones de españoles residen y trabajan fuera de España, una cifra que en los últimos años ha visto un incremento notable de jóvenes. Esta 'inmigración cualificada' ha sido el tema central de análisis en la sección de salud mental de 'La Linterna' de COPE, donde Ángel Expósito ha conversado con la neuropsicóloga Aurora García Moreno sobre las causas y consecuencias de este fenómeno.
El alto peaje de la salud mental
Tomar la decisión de emigrar nunca es fácil, pero el proceso de adaptación a un nuevo país puede afectar directamente a la salud mental. Como explica la neuropsicóloga, "si mudarse de casa dentro de un mismo barrio [...] supone un cambio, pues adaptarse a una nueva cultura, costumbres, un idioma diferente, pues es duro". Esta situación puede generar altos niveles de ansiedad y estrés ante la necesidad de realizar trámites burocráticos, buscar casa o simplemente intentar hacer todas las cosas bien.
La ausencia de personas significativas y la dificultad para relacionarse en un entorno desconocido pueden llevar a la soledad y al aburrimiento, o incluso a una desconexión con los seres queridos. Para algunas personas, el proceso de adaptación puede llegar a ser tan difícil que deriva en trastornos psicológicos. "El proceso de adaptación puede ser tan traumático que los puede llevar a trastornos psicológicos como puede ser una depresión", advierte García Moreno.
Una chica joven estresada delante de su ordenador de trabajo sin poder concentrarse
El proceso de adaptación puede ser tan traumático que los puede llevar a trastornos psicológicos como puede ser una depresión"
Neuropsicóloga
Expectativas vs. realidad laboral
Según Aurora García Moreno, una de las razones principales para que el talento joven se marche es que "el esfuerzo que se requiere en el trabajo no compensa con las expectativas que se tienen, tanto para su desarrollo laboral, pero también para el personal". Los jóvenes de hoy no se aferran a un puesto si sienten que no les aporta o les aburre, y no dudan en buscar su estabilidad fuera de España.
El esfuerzo que se requiere en el trabajo no compensa con las expectativas que se tienen"
Neuropsicóloga
Entrevista de trabajo
Este es el caso de Pablo, que con 22 años se fue a Ámsterdam buscando mayores oportunidades salariales y de crecimiento en el sector tecnológico. La buena preparación en idiomas y formación, junto a la convicción de que pueden llegar a más, les impulsa a buscar una satisfacción profesional y personal que a menudo no encuentran en casa, un problema que lleva a muchos a dejar sus empleos.
El desafío de volver a casa
El regreso tampoco es un camino sencillo y depende en gran medida de las expectativas. Aquellos que vuelven sin un empleo se enfrentan a una adaptación "mucho más frustrante", según la experta, que se agrava "al ver que las condiciones, tanto económicas como laborales, siguen igual y no han cambiado". Esto puede generar una gran decepción al sentir que los conocimientos adquiridos en el extranjero no se valoran, un esfuerzo que se suma al que muchos jóvenes ya realizan para poder costearse sus estudios.
Para evitar esta fuga de talento, Aurora García Moreno apunta a la necesidad de políticas laborales que fomenten la estabilidad y la innovación, la conciliación, un sistema educativo alineado con las necesidades del mercado y, sobre todo, que se valore el talento y la creatividad de los jóvenes. Medidas que, junto al cuidado de la salud mental, podrían hacer que muchos de ellos no tuvieran que buscar su futuro en el extranjero.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.