El próximo miércoles, 2 de febrero, celebramos en la Iglesia la Jornada de Vida Consagrada. El presidente de esta comisión en la Conferencia Episcopal es el obispo claretiano monseñor Luis Ángel de las Heras al que tengo el gusto de saludar en este momento. Buenas noches, don Luis Ángel.

"La vida consagrada tiene una riqueza casi inabarcable porque es el espíritu el que inspira a hombres y mujeres a seguir al Señor de una manera determinada según las necesidad que el el espíritu nos va haciendo descubir a los hombres y mujeres de todos los tiempos", ha dicho monseñor Luis Ángel de las Heras en COPE. "La vida consagrada sería como los exploradores de la Iglesia que son inspirados para ir en la avanzadilla hasta los lugares donde encontrarse con Dios y la humanidad".

Sobre la falta de vocaciones, el presidente de la comisión para la Vida Consagrada en la Conferencia Episcopal ha explicado que, en realidad, han descendido las vocaciones en todas las formas de vida cristiana: "Han descendido el número de matrimonios, han descendido en la vida cristiana, han descendido el número de consagrados… pero este descenso tampoco habría que vincularlo de forma directa con la salud en este momento sinodal estamos llamados a recuperar muchas cosas".

"La vida consagrada pasa por hacer presente a Dios en este mundo", ha conatdo monseñor Luis Ángel de las Heras. "Dios está presente en los límites de este mundo y también en el centro de este mundo. Nosotros tenemos que mostrar eso. Y además, luego están los otros límites, las periferias de las que habla el papa Francisco. Esos son los grandes desafíos".

"Los consagrados dedicamos nuestra vida enteramente a Dios y a los hombres", ha concluido monseñor Luis Ángel de las Heras. "Poner a Dios y las personas en el centro un signo de extraordinaria necesidad".