El domingo 15 de noviembre es un día clave en un momento clave. Con la pandemia del coronavirus hemos visto más cerca que nunca el sufrimiento y la pobreza, y es ahora cuando más nos tenemos que concienciar. Eso es lo que pide el Papa Francisco con la Jornada Mundial de los Pobres, que nos demos cuenta de que podemos hacer mucho por los que tenemos a nuestro alrededor. Porque además... hace falta. Bien lo saben Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española y Natalia Peiro, secretaria general.

Manuel Bretón asegura en la Linterna de Iglesia que Cáritas está donde tiene que estar gracias a las personas que componen la institución: "La mano tendida del voluntario, del trabajador de Cáritas que acude cuando se le pide. La mano tendida del donante, del socio de Cáritas... de cualquier miembro de la familia Cáritas que está siempre pendiente. Esta jornada es una posibilidad bonita de reflejar todo lo que queremos hacer".

Natalia Peiro analiza la situación dramática que viven muchas personas: "Nosotros siempre vemos que la pobreza es una cuestión cíclica. 40 mil personas sin hogar son las que atendemos en Cáritas y estamos seguros de que no llegamos a todas. Y sin embargo en 2012 se hablaba de 33 mil. Esto nos hace pensar que los avances no nos ayudan a llegar a esos últimos de la sociedad. Queremos seguir trabajando para que haya un futuro con cambios profundos que lleguen a los que más lo necesitan".

"Hay personas que nunca antes habían acudido a Cáritas. Personas con empleos precarios que viven al día, con empleos informales de la economía sumergida... pero también personas que viven rodeadas de la situación de prostitución. Hemos visto que esta crisis sí que ha traído un perfil novedoso que es el de la falta de habilidades digitales. Se han visto atrapados en situaciones, no solo con los dispositivos sino también de no saber cómo utilizarlos".

El presidente de Cáritas Española explica cuál es la misión principal de la institución: "Intentamos que se sientan amados por la Iglesia. A nuestras puertas vienen los que lo necesitan, no tienen por qué ser de una religión o de una ideología. La Iglesia les quiere les acoge les protege y pretende darles un futuro. El espectro de gente que acude a las 6.000 puertas que abrimos a diario, acuden porque saben que van a recibir algo de la Iglesia. Estamos siempre pendientes de ellos".

"Hay mucha gente que lo esta pasando mal y muchos no acuden. Yo les diría que Cáritas esta para echarles una mano en cada situación. Sean del pensamiento o de la ideología que sean, sean de cualquier nacionalidad, raza... nosotros abrimos las puertas a cualquiera que acude a nuestra casa. Esto se lleva haciendo muchos años, vamos a cumplir 75 años así que te puedo decir que la experiencia y nuestro trabajo llama la atención. Ese es nuestro papel".