"La verdadera fiesta no es la de Halloween, la verdadera fiesta es la de la vida"

Escucha el monólogo de Irene Pozo en La Linterna de la Iglesia

- 2 min lectura | 2:20 min escucha

Mientras en tantos lugares se celebra Halloween, con calabazas, disfraces y fiestas que juegan con la oscuridad… la Iglesia nos invita a mirar en otra dirección. 

Nos preparamos para el Día de Todos los Santos y para el Día de Difuntos. Dos fechas que lejos de hablarnos de miedo y muerte, lo hacen de esperanza y vida.

Quizá ahí está el contraste más profundo con la cultura en la que vivimos: una sociedad que huye del dolor, que evita hablar de la enfermedad, que disfraza la muerte para no mirarla de frente. Y que no es consciente de que el sufrimiento no desaparece porque lo florecer escondamos… simplemente se queda sin sentido.

Necesitamos aprender a dar sentido al sufrimiento, a mirarlo sin miedo y con esperanza. Porque cuando el dolor se comprende a la luz del amor, deja de ser solo herida para convertirse en camino. Un camino que nos hace más humanos, más compasivos, más conscientes de que la vida es don y que incluso puede brotar también en la Cruz. El sentido no lo pone el sufrimiento en sí, sino el amor con que lo vivimos.

La vida no es una fiesta permanente. Es alegría, sí, pero también es duelo. Es plenitud y fragilidad. Es luz y es sombra. Y aprender a vivir ambas realidades con serenidad, con fe, es parte del camino a la santidad, esa santidad sencilla y cotidiana a la que todos estamos llamados.

Recuerdo a Benedicto XVI cuando decía que a veces se piensa que la santidad es un privilegio reservado solo a unos pocos, pero en realidad llegar a ser santo no es solo tarea de cada cristiano, sino de cada hombre.

Vivir el sufrimiento con sentido no significa buscarlo, sino abrazar la vida entera, también en su límite. Porque en la enfermedad, en la soledad o en la pérdida, sigue brillando la dignidad de la persona, que no se apaga jamás.

Estos días son una oportunidad para honrar a quienes nos precedieron, para rezar por ellos y agradecer su huella. Para recordar que la muerte no tiene la última palabra, que la vida continúa en Dios, y que el amor nunca se pierde.

Así que, mientras el mundo se disfraza del miedo, los cristianos encendemos una luz: la luz de la fe, la de la esperanza, la del amor que vence a la oscuridad.

Porque la verdadera fiesta no es la de Halloween… la verdadera fiesta es la de la Vida que no acaba, la de los santos que ya gozan del Cielo, y la de todos aquellos a quienes seguimos queriendo… porque en Cristo la muerte se transforma en vida, y el dolor, en esperanza.

Bienvenido en esta noche, víspera de Todos los Santos, a La Linterna de la Iglesia. Te saluda Irene Pozo en este viernes 31 de octubre

Visto en ABC

Programas

Último boletín

09:00 H | 1 NOV 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking