Igor Chumak es voluntario del ejército ucraniano, constructor y cristiano que desde el pasado día 24, cuando empezó la invasión de Rusia a Ucrania nos cuenta en ‘Herrera en COPE’ que “me llamó el pastor de mi iglesia para pedirme que fuera a comprar comida para ayudar a la gente que iba a venir, porque nosotros tenemos que ayudarlos”.

Confiesa Igor que “tenía miedo y quería salir” pero antes de huir de su país por la guerra finalmente decidió quedarse. Una decisión que tomó cuando un “día estaba paseando y vi a la gente en la calle, que estaban haciendo barricadas con los coches y decidí quedarme”. En ese instante pensó “yo no voy a salir a ningún sitio, es mi tierra, mi casa y yo voy a ayudar a cualquier cosa que pueda”. Y así lo lleva haciendo desde el inicio de la guerra.

Asegura este voluntario que “estamos haciendo mucho trabajo en la iglesia donde ha venido mucha gente pidiendo ayuda y les damos comida, medicinas…” Cuenta que “más de 5.000 personas han venido hasta aquí, y también hemos llevado a gente en pequeños autobuses, en camionetas a Polonia”.

Igor ha visitado las localidades de Irpin y Bucha, desde donde nos llegan imágenes aterradoras tras el paso del ejército ruso. Ciudades en la que estos voluntarios estuvieron hace dos semanas y pudieron sacar a gente de allí, pero que no han podido regresar hasta que los rusos se han ido.

“Hay muchísima gente muerta”, relata Igor de lo que ha visto allí y solo en la ciudad de Irpin “en el día de hoy se han contado 500 muertos”. “Muchos civiles, niños, mujeres embarazadas, también abuelas y abuelitos muertos. Muchos de ellos con las manos atadas por detrás y disparos en la cabeza”, sigue contando.

Una de las imágenes que más ha impactado a este ucraniano es el momento en el que la Policía “ha sacado a dos chicas muy jóvenes muertas con las que los soldados rusos han hecho con ellas lo que han querido. Según nos contó el médico, lo pasaron muy mal antes de morir”.

“Hay muchas cosas que no se pueden explicar de lo que ocurre aquí. En Bucha, en Irpin, hay mucha gente en la calle, cerca de sus casas, que están allí solos, muertos. Esta es la película que tenemos”, lamenta Igor.

Por otro lado, Igor da un toque de atención a los políticos, manifestando que “están haciendo mucho, pero creo que podrían hacer mucho más”. “ellos están mirando lo que está pasando, pensando en si ayudar o no… Si alguna tuviera algo parecido en su país, en su ciudad, a lo mejor trabajaría más para que no sucediese”.

Recuerda este voluntario que “ha muerto mucha gente, niños, mujeres… que querían vivir, que no han hecho mal a nadie, que tenían sus casas, planes de vida… hasta que un día les mataron”.

Por último, Igor ha agradecido a España y a los españoles la ayuda que les estamos ofreciendo y ha mandado “un abrazo grande de parte de los ucranianos a todos los que están con nosotros. Muchas gracias”.