El foco de coronavirus originado en una fiesta ilegal en el colegio mayor Galileo Galilei de Valencia, que ha obligado a suspender las clases presenciales en la Universidad Politécnica, ya es el mayor brote detectado desde el inicio de la pandemia en la Comunidad Valenciana. Así lo ha calificado este lunes la consejera de Sanidad, Ana Barceló.

A la espera del resultado de los test, Barceló ha anunciado un confinamiento “voluntario” de todo el colegio mayor -en el que viven 650 personas- durante ocho días y la suspensión de las prácticas de los estudiantes de Ciencias de la Salud de la provincia de Valencia entre el 6 y el 16 de octubre.

Este miércoles ha sido entrevistado en 'Herrera en COPE' Emilio, uno de los estudiantes que acudió al evento ilegal. Según ha dicho, la han “liado” porque su “trabajo era mantener las precauciones” recomendadas por Sanidad y han “hecho todo lo contrario: reuniones en la azotea, en las habitaciones... El problema lo causamos nosotros, a lo mejor somos asintomáticos y propagamos el virus”, ha reconocido. Por eso, ha insistido en que las “los chavales jóvenes la estamos liando y me incluyo en el grupo”.

Emilio ha explicado que “vio una fiesta sin más” en la convocatoria “sin que hubiese problemas secundarios. En ese momento se pensaba solo en hacer la fiesta, no en las consecuencias”, pero ahora se da cuenta “del daño” que han causado.

Aún así, ha dicho que “hay gente que sigue igual, que se la suda. Todo el mundo debería concienciarse y dar la cara. Deberíamos hablar, no escondernos”, ha señalado.

A juicio de Emilio, ”no se va a saber quiénes empezaron porque para dar con un culpable se tendrían que poner todos de acuerdo. Se empezarán a culpar unos a otros y así ninguno se llevará todo el pastel”.

Vistas las consecuencias, Emilio ha llamado a “la gente joven” a que sea responsable. “Aunque nos perdamos un rato de fiesta, ya llegará. Tenemos que centrarnos en que se solucione este problema mundial que está causando muchas muertes. Hay gente que lo está pasando muy mal”, ha reconocido, por lo que les ha pedido “que se conciencien".

Lo cierto es que la organización de este tipo de fiestas sin autorización está tipificada como muy grave según del Decreto ley 11/2020, que dictamina las sanciones por incumplimientos de las normas de prevención del coronavirus. Según esta tipificación, la organización puede enfrentarse a una multa de hasta 600.000 euros si se demuestra una acumulación de hasta 10 faltas muy graves.