La reflexión que hizo Herrera por lo que sucedió en Saint-Denis durante la final de la Champions

Carlos Herrera, director y presentador de 'Herrera en COPE', comenzó el programa del 30 de mayo analizando las principales claves de la jornada, que pasaban, entre otros asuntos, por lo ocurrido en la final de la Champions celebrada en París.

En primer lugar, el comunicador se ha hacía eco del ascenso a Primera División del Almería y el Valladolid, así como de la victoria de Rafa Nadal en Roland Garros, que jugaría su próximo partido contra Djokovic. Además, el tenista español decía que esta podría ser la última vez que juegue en París.

Por otro lado, el asunto más destacado en el ámbito deportivo era la victoria del Real Madrid en la final de la Champions, celebrada en París: "En Saint-Denis, dos días después del desastre de organización de la final de la Champions, todavía nadie ha dado explicaciones. Habrá que esperar a una reunión que tendrá lugar hoy".

"Hubo 105 detenciones, de las que han pasado a disposición judicial 39. ¿Qué ocurrió? Lo primero es que los accesos no son los mejores, pero el asunto principal es que París tiene otro problema muy serio con su chusma, ya que hay una mezcla de tramas organizadas de jóvenes sin oficio ni beneficio, acostumbrados a dar el palo a los turistas. En este caso iban todos los turistas a su estadio, a su ambiente. El Madrid tenía más suerte por donde estaba su fan zone, pero la del Liverpool estaba más lejos y entre el trayecto del metro y el embotellamiento del barrio, estos tipos se pusieron las botas", apuntaba el comunicador.

"No pasó algo parecido a lo Heysel de milagro", indicó Carlos Herrera a los oyentes de 'Herrera en COPE'

Además, recordaba el "robo de carteras, móviles, etc", a lo que "la Policía francesa actuó silbando y luego ya sacando el gas pimienta sin miramientos. Y cuando lo sacaron empezaron a dar porrazos contra aficionados del Liverpool nerviosos porque les habían robado o se iban a perder la final. El Reino Unido ha exigido una investigación".

"A la salida, tanto españoles como ingleses volvieron a pasar por el mismo calvario. No pasó algo parecido a lo Heysel de milagro. Luego una vez que consiguen llegar al estadio, superando las aglomeraciones, les estaban esperando los chorizos de la zona. Todo ello supone un espectáculo tercermundista en la Francia de Macron, que tiene que organizar un mundial de Rugby en un año y en unos Juegos Olímpicos en dos".