El martes 9 de julio de 2019, en 'Herrera en Cope' hablamos sobre un caso excepcional. Quince profesores y, solamente, tres alumnos aparecen en la orla de la promoción que se ha graduado este año en Ingeniería de Computadores en la Universidad de Málaga.

Aproximadamente se matriculan unas sesenta personas cada año pero, debido a la dificultad del grado y la complejidad se sus asignaturas, tiene una tasa muy alta de abandono.

Hablamos con Rafael Hormigo, uno de los tres alumnos de la promoción 2015-2019. Ha acabado la carrera en cuatro años y ya está trabajando. No ha repetido ninguna asignatura y ha ido a curso por año.

Hormigo ha recalcado que lo ha conseguido con “constancia y trabajo”. Ha mencionado que, cuando comenzó, en la asignatura Cálculo eran ciento nueve personas. Sacó un uno en el primer examen pero siguió trabajando: “Cuando nos dimos cuenta éramos dos personas y el profesor, parecía una tutoría”.

En cuanto a la relación con los profesores ha recalcado que depende “del trato que tú tengas con él. A mí sí me gustaba ir a tutorías y tengo más trato”. 

Guillermo Pérez Trabado es licenciado y doctorado en Informática y uno de los profesores del Grado en Ingeniería de Computadores. Imparte dos asignaturas obligatorias en los dos últimos años: Diseño de Redes y Diseño de Infraestructuras Informáticas.

Pérez ha subrayado que “si uno mira atrás se da cuenta de que la universidad siempre tiene que ser selectiva. Cuando yo hice mi carrera entramos seiscientos cincuenta alumnos y terminamos cincuenta. Yo creo que la proporción se mantiene. No todos los que entran se tienen que salir”.

Una duda que asalta a muchas personas tiene que ver con las posibles salidas que puedan tener estos grados. Según Hormigo: “La que tu quieras. Lo bueno que tiene la informática ahora es que, como puedes tirar por cualquier rama, puedes ir a donde quieras. Yo estoy trabajando en sistema pero, a la vez, utilizando la metodología moderna en tratamiento de datos, de servidores...”.

Sin embargo, la tecnología se queda obsoleta muy rápido y así lo ha demostrado Hormigo: “En la empresa en la que estoy trabajando, llevan nueve años aproximadamente y veo tecnología que digo 'tenemos que cambiarlo ya'”.

“Hoy en día está mucho más especializado, para mí no es lo adecuado, la base sigue siendo muy importante porque lo que se aprende ahora se queda obsoleto en cinco años”, ha mencionado el profesor.

Pérez ha aclarado que el perfil de alumno al que le vendría bien esta carrera sería “alguien muy autodidacta, con ganas de aprender, de ser autónomo... Un poco como Sherlock Holmes”.

Por último, Hormigo ha querido puntualizar que, a pesar de que únicamente aparezcan tres alumnos en la orla, realmente son más ya que hay algunos que, o bien no quieren salir en ella, o bien se han quedado atrás.