Germán Álvarez-Viéitez, pediatra con 50 años de experiencia hospitalaria, ha sido entrevistado este miércoles en 'Herrera en COPE' a propósito de la vuelta al colegio de los niños en septiembre. Según ha dicho, tiene que haber "escuela sí o sí. No podemos volver hacia atrás" porque "han sido los que han sufrido más la pandemia. De una manera poco lógica se les encerró".

Sobre la posibilidad de contar con los abuelos, ha dicho que "es más complicado" porque, aunque en el momento actual son un pilar de muchas familias, "cuando empiecen la escuela las posibilidades de contagio van a ir aumentando", por lo que "no queda tan claro que sean los más indicados para estar en contacto con el niño de una manera continua".

El médico ha dicho que los niños "han sufrido de forma importante el encierro. En la Sociedad Española de Pediatría calculamos que entre el 75 y el 80% de los niños han sufrido alteraciones del comportamiento" como "irascibilidad, irritabilidad, exigencia, pataletas, alteraciones del sueño, de la alimentación, miedos o terrores".

Además, ha apuntado que, en lo académico, "ha habido gravísimos problemas porque ha habido muchos niños sin posibilidad de comunicarse con sus profesores y compañeros por carencia de elementos básicos como ordenadores o tabletas". En lo que respecta a los que sí han dispuesto de estos elementos, ha dicho que hay algunos que "han logrado mantener un sistema bastante biueno y hay otros se han quedado bastante atrás".

En cualquier caso, ha señalado que, si bien el verano "puede servir para estimular un poco, no podemos dedicarnos a tener al niño después del encierro sometido a la presión de tener que hacer todos los días deberes". Si bien la rutina en el niño es "buena", de modo que "si acaba el colegio y le mantienes una actividad más lúdica de cosas que ha estado haciendo, es magnifico, no podemos pretender recuperar el tiempo perdido" en el periodo estival.

Por otro lado, y en lo que respecta a las burbujas de convivencia, es decir, grupos cerrados en los que los alumnos de una clase interaccionan con normalidad entre ellos, pero no se mezclan con los de las demás en ningún espacio del centro, ha dicho que en parte son "bastante necesarias. No hay que hacer una burbuja de un solo niño", sino por grupos, basadas en "cuidados básicos" como lavarse bien las manos, usar gel hidroalcohólico con cuidado o mascarillas en la ruta al centro. "Creemos que formar burbujas sí es necesario para que esos niños luego tengan un contacto entre sí", ha finalizado.