A principios del mes de julio, en las fiestas de San Fermín, se dio la primera voz de alarma. Para entonces, ya se conocía este método porque muchos españoles habían oído hablar de ello en otros países como Reino Unido o Francia. Pero, no comenzó a ser una realidad hasta pasados unos días después de los primeros casos de pinchazos en personas durante fiestas o discotecas. Todos los casos han tenido como víctimas a mujeres jóvenes de no más de 30 años y su práctica se conoce como ‘sumisión química’. Consiste en inyectar sustancias químicas, la mayoría drogas, en el brazo de la persona mientras está bailando o se encuentra distraída en un momento de embriaguez.

Casos de tensión las que viven muchas personas. Como Laura, una joven de 22 años que durante su viaje a Denia (Alicante) fue pinchada por un extraño durante una noche en una discoteca. Ella ha contado su caso en Herrera en COPE: “Nos fuimos unas amigas y yo a Denia y en la primera noche decidimos salir. Fuimos a una discoteca y cuando ya estaba cansada fui a buscar a una amiga en la terraza. De repente, sentí un pinchazo y después un enorme escozor en el brazo, hasta que perdí la movilidad por completo”. Laura entró posteriormente en un estado de pánico, porque no sabía qué hacer ni que le habían inyectado. “Me atendió un camarero detrás de la barra y decidimos avisar a los seguratas, aunque ellos no nos creyeron y aseguraron que solo queríamos manchar el nombre de la discoteca”, aseguró esta joven.

Durante su trayecto al hospital en el taxi que le llevaba junto con sus amigas, el propio taxista afirmó que ya había visto un caso parecido en Denia: “Nos dijo que hace una semana había llevado a una chica que también decía haber sido pinchada por alguien”, explica Laura. El propio taxista denunció el caso a la Policía y los agentes se presentaron en el hospital donde Laura recibió numerosos análisis para detectar la posible presencia de sustancias. Por fortuna, la joven Laura no fue inyectada con ninguna droga o químico y se encuentra en perfectas condiciones.

¿Qué es la ‘sumisión química?

Según el vicepresidente del Consejo General de Enfermería (TFNO), José Luis Cobos, la sumisión química se emplea en determinadas situaciones sanitarias. Consiste en inyectar una sustancia química para bajar la conciencia del paciente y poder intervenir sin que este entre en estado de alerta. No obstante, en estos casos y, según explica Cobos, en estos casos se utilizarían drogas como el éxtasis o la ketamina para atacar a las víctimas y cometer robos o delitos sexuales.

Por último, José Luis Cobos suscribe lo que realizó Laura con sus amigas en Denia: “Si paso algo así, lo mejor es alertar a tus acompañantes, alertar a los responsables del local y acudir a un centro médico”.